La detención del opositor cubano Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del Parlamento Europeo (PE), sin que de momento se conozca si se le imputa algún delito, evidencia el incremento de la represión sobre la cada vez más mermada y fragmentada disidencia en el interior de la isla.
El arresto de Fariñas, de 57 años y célebre por las numerosas huelgas de hambre que ha mantenido en protesta contra el sistema cubano, se suma al del también conocido disidente José Daniel Ferrer, quien lleva más de tres meses en prisión por una presunta agresión, aunque su familia y compañeros aseguran que es un "delito fabricado".
Guillermo Fariñas fue detenido este martes en Santa Clara, la ciudad del centro de Cuba donde reside, cuando se dirigía a La Habana para recoger un visado con motivo de un viaje que tenía previsto realizar este mes a España y a Bruselas, donde debía ser recibido por eurodiputados de varios partidos.
La madre del opositor, Alicia Hernández, relató a Efe que la detención de su hijo se produjo "a unos pasos" de su casa y que los agentes posteriormente le explicaron que Fariñas está "bajo investigación" y permanecerá retenido "de 48 a 72 horas".
De momento ni el opositor ni su familia han sido informados sobre el motivo de la detención o la imputación de delito alguno.
"MUCHAS VUELTAS" EN AUTOMÓVIL
También se desconoce dónde se encuentra el conocido disidente, aunque su madre pudo visitarlo ayer durante media hora: un automóvil de la Seguridad del Estado la recogió en su domicilio, la llevó al lugar donde está detenido Fariñas y después del encuentro la devolvió a su casa tras dar "muchas vueltas", por lo que la mujer es incapaz de situar las dependencias a las que acudió.
Alicia Hernández llevó alimentos a su hijo y pudo conversar con él media hora, algo que espera hacer hoy de nuevo.
"Tiene buen ánimo, se encontraba tranquilo y está esperando a que le digan cuál es el motivo por el que no puede trasladarse a La Habana", manifestó la mujer.
También descartó que Guillermo Fariñas haya iniciado una huelga de hambre, un tipo de acción que el opositor ha empleado en numerosas ocasiones para protestar contra el sistema político cubano y la persecución a los disidentes.
La última de estas huelgas, la número 25, tuvo lugar en 2016 y se prolongó 54 días para pedir al Gobierno de la isla el cese de la represión contra los disidentes.
El opositor, de 57 años, lidera, el ilegal Frente Antitotalitario Unido (Fantu) y en 2010 recibió el premio Sájarov del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos.
EL CASO FERRER
La detención de Fariñas se suma a la de José Daniel Ferrer, otro conocido opositor y líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) que se encuentra preso desde octubre pasado en Santiago de Cuba por una supuesta agresión a otro hombre, un cargo que sus allegados niegan a la vez que aseguran que se trata de un delito "prefabricado" por el Gobierno.
Organizaciones internacionales y el Gobierno de Estados Unidos han pedido la liberación de Ferrer, para quien la Fiscalía cubana pide nueve años de cárcel, según reveló su esposa en enero pasado.
El disidente, de 49 años, pasó casi ocho años en prisión como parte de los 75 opositores encarcelados en la "Primavera Negra" de 2003, en su caso por ser uno de los promotores del Proyecto Varela, liderado por el fallecido disidente Oswaldo Payá.
Ferrer y Fariñas son dos de los disidentes cubanos con mayor proyección internacional y su detención ha tenido un amplio eco en medios extranjeros.
Esta presión creciente sobre la disidencia por parte de las autoridades cubanas tiene lugar a la vez que empeoran por momentos las relaciones entre Estados Unidos y el país caribeño, que desde la llegada de Donald Trump ha sido objeto de nuevas sanciones que han dañado gravemente su ya deteriorada economía.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en España, exigió este miércoles la "inmediata liberación" de Fariñas y pidió a a la Eurocámara y a la Comisión Europea que condenen este "atropello".
SIN PODER VIAJAR
El número real de presos políticos en las cárceles cubanas no se conoce, ya que el Gobierno de la isla niega su existencia y aduce que se trata de presos con delitos comunes, a la vez que considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios" al servicio de los intereses de Estados Unidos.
En los últimos meses son cada vez más numerosas las denuncias de activistas, opositores y periodistas independientes a los que las autoridades han impedido viajar al extranjero pese a no tener ninguna cuenta pendiente con la Justicia.
Entre estos "regulados", que es como se les denomina en Cuba, figuran cinco personas que el pasado 1 de febrero no pudieron salir del país para acudir esta semana a un acto en el Parlamento Europeo, según los organizadores del evento: Kirenia Núñez, Amaury Pacheco, Manuel Cuesta Morúa, Maydolis González y Cristina Rodríguez Penton.
También la prensa independiente ha reportado que sufre un mayor hostigamiento de las fuerzas de seguridad a la hora de hacer su trabajo, así como el bloqueo -en algunos casos intermitente y en otros permanente- de las plataformas de sus medios de comunicación en internet.