La Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) denunció este domingo que la vida del preso político Noslén Ayala García, enfermo de COVID-19 e incomunicado por no desistir de su lucha a favor de la libertad y la democracia, corre grave peligro.
Mediante un video en voz de su coordinador general, José Daniel Ferrer, la organización opositora explicó que a Ayala García no le permiten comunicarse con su familia y que las noticias que llegan a familiares y compañeros de lucha, por testimonios de dos presos comunes, “son muy preocupantes y alarmantes”.
“Se dice que lo trasladaron nuevamente para un hospital en estado grave”, afirmó Ferrer, que recordó la trayectoria de lucha contra el régimen del prisionero y expuso los vejámenes de los que ha sido objeto por ello.
“Lleva cinco años en prisión y todavía tiene sobre sí una condena de más de cinco años por su rebeldía, firmeza y coraje. La policía política le ha fabricado varios delitos para mantenerlo en prisión por su compromiso con la causa”, comentó el líder opositor.
Asimismo, añadió que a Ayala García lo han torturado y le han propinado “brutales golpizas”. Ha tenido que enfrentar situaciones difíciles y extremas, y soportar la incomunicación con su familia sólo porque no se rinde, porque no desiste de su lucha, concluyó.
Denuncia de desatención médica
A inicios de esta semana, activistas defensores de los derechos humanos denunciaron que Ayala García, quien cumple condena en la cárcel de Quivicán, provincia Mayabeque, dio positivo a la COVID-19 a finales de mayo y aún permanece delicado de salud sin recibir atención médica.
El opositor Zaqueo Báez Guerrero, coordinador de la Unpacu en La Habana, refirió en su perfil de Facebook que a Yumileisi Trujillo Nápoles, madre de las hijas pequeñas de Ayala García, un preso común le comunicó que la dictadura intentaba asesinar al preso político.
Éste dio positivo a la enfermedad pandémica el 24 de mayo en la prisión y fue trasladado al hospital para reclusos de San José, antiguamente destinado a pacientes con VIH.
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Báez Guerrero detalló además que el prisionero político fue “trasladado nuevamente a la prisión de Quivicán y lo tienen aislado con vómitos y fiebre (presenta síntomas de COVID-19) y está sin atención médica en estos momentos”. “No está ingiriendo alimentos”, precisó.
“No tenemos comunicación directa con Noslén Ayala García. ¡Responsabilizamos a la dictadura Castro-Canel por su integridad física y mental!”, advirtió el coordinador de la Unpacu en la capital.
Preso desde 2016, Ayala García ha recibido indistintamente acusaciones por “desacato a la autoridad, resistencia y atentado”, cargos que suman una pena conjunta de alrededor de 10 años.
Durante su estancia en prisión el activista de la Unpacu y Cuba Decide ha denunciado que durante disímiles ocasiones lo han trasladado a varios centros penitenciarios.