La activista cubana Nancy Alfaya Hernández, detenida varias horas este lunes por agentes de la Seguridad del Estado, contó en Facebook detalles de su arresto y reveló que los agentes le propusieron que se convirtiera en informante si quería mejorar su vida y dejar de estar "regulada".
"Fui conducida a la estación policial de Cuba y Chacón, en el Municipio de la Habana Vieja, estuve 4 horas bajo un fuerte interrogatorio por el mayor Alejandro, amenazada para que deje mi activismo en defensa de los derechos de la mujer. Me dijo que no me van a permitir ninguna actividad, ni reuniones, ni encuentros, ni mesa de género, ni actividades culturales del Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC), ni salida del país, que continuaría regulada y que el album musical que Jorge está grabando tampoco lo van a permitir" --narró la activista.
"Después de estas amenazas, me dijo que todo eso puede cambiar a mi favor si colaboro con la Seguridad del Estado, que mi vida puede ser diferente si tomo esa decisión, de lo contrario sería enfrentada y reprimida como el día de hoy."
La activista cubana, esposa del periodista independiente Jorge Olivera, fue fundadora de las Damas de Blanco y es miembro del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR). También ha desarrollado labores como promotora cultural del Club de Escritores y Artistas de Cuba, que difunde el trabajo de los escritores independientes censurados, dentro y fuera de la Isla. Desde el pasado noviembre, está en la lista de ciudadanos cubanos “regulados” por el régimen, que son impedidos de viajar a cualquier evento fuera de la isla.
A mediados de agosto, Alfaya fue detenida junto a su esposo, el periodista Jorge Olivera Castillo, en un operativo de la Seguridad del Estado para frustrar la realización de una actividad organizada por el Club de Escritores y Artistas de Cuba, en la sede del Comité Ciudadanos por la Integración Racial.
La activista narró, además, los pormenores de su respuesta ante el humillante intento de chantaje.
"Mi respuesta fue, que soy una mujer con libertad de conciencia de pensamiento y de acción y mis principios y mis ideas no son negociables. Soy una mujer cristiana, pacifica que amo lo que hago, estoy comprometida con Dios y con esta lucha pacífica y justa que apela al respeto de los derechos de las mujeres y al cese de la violencia política", dijo.
"Esta represión y ensañamiento contra mi persona confirma la violencia política en contra de las mujeres activistas que hemos decidido defender nuestros derechos. Prueba de esto es la represión que hay con las Damas de Blanco, las mujeres que se encuentran en prisión, las que cada día somos perseguidas, acusadas, secuestradas e intimidadas, reguladas, para que abandonemos nuestra lucha", concluyó.