Opositor Miguel Borroto fue herido por un desconocido en la calle

El jueves 27 de agosto al mediodía, un joven de aproximadamente 25 años, que la víctima nunca había visto, lo atacó por la espalda con un cuchillo
Opositor Miguel Borroto fue herido por un desconocido en la calle
 

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El exprisionero político, Miguel Borroto Vázquez, residente en La Habana, se encuentra hospitalizado, tras ser agredido con arma blanca por parte de un desconocido en la calle.

El activista, Ángel Moya, comentó a Radio Televisión Martí que el jueves 27 de agosto al mediodía, un joven de aproximadamente 25 años, que la víctima nunca había visto, lo atacó por la espalda con un cuchillo.

"Lo trasladaron para el Hospital Miguel Enríquez y se desconoce qué motivó al agresor a herirlo", declaró Moya a ese medio.

La herida no fue grave pero si requirió sutura.

Borroto Vázquez fue liberado el 8 de junio bajo fianza, luego de haber pasado ocho meses en la cárcel Combinado del Este en La Habana.

A Borroto se le acusó presuntamente por atentado y aún no ha sido juzgado.

Es miembro del Movimiento Libertad Democrática para Cuba y apoyaba en la recolección de material gráfico durante las protestas pacíficas de las Damas de Blanco.

Varias fuentes reportaron que el disidente sufrió tortura y abusos mientras estuvo detenido.

Ya en octubre del año pasado las golpizas a Borroto eran un hecho en la Oncena Unidad de la Policía en San Miguel del Padrón. Moya refirió, en aquel entonces, que los golpes que los policías le propinaron a Borroto mientras lo apresaban, dejándole heridas en el rostro y en las muñecas. Además, le aplicaron una técnica de tortura conocida como “el submarino”, que consiste en sumergir a la persona en una cisterna con el objetivo de provocarle una sensación de asfixia.

Zaqueo Báez y Luis Manuel Otero Alcántara coincidieron con Barroto en la misma estación y corroboraron los atropellos del régimen contra el opositor. Zaqueo dijo en una entrevista a Diario de Cuba que Borroto le había dicho: “Zaqueo, me metieron la cabeza tres veces en una cisterna con las esposas puestas, y me decían que me iban a matar”.

 

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