Opositor discapacitado podría terminar en prisión

El opositor cubano Alexis Sabatela Ugarte podría terminar en prisión al ser inculpado de un delito que dice no haber cometido
Opositor discapacitado podría terminar en prisión. Foto tomada de CubaNet
 

Reproduce este artículo

El opositor cubano Alexis Sabatela Ugarte podría terminar en prisión al ser inculpado de un delito que no cometió.

Sabatela Ugarte fue golpeado el 22 de enero por dos hombres en Nuevitas, Camagüey. Luego del incidente el activista terminó con el rosto lesionado, dificultad para respirar y el cuerpo adolorido.

Según refiere CubaNet, Alexis se encontraba de visita en casa de un amigo. Al marcharse en la noche vio a una niña corriendo; tras lo cual un desconocido le preguntó si la había visto.

Contó al medio independiente que “Yo le respondí que sí y enseguida otro llegó corriendo por detrás. Este último fue quien me golpeó y tiró al suelo. Luego los dos continuaron agrediéndome, hasta que una mujer que pasaba comenzó a gritarles para que me soltaran”.

“Me dieron un puñetazo por detrás y caí, entonces comenzaron a patearme por todos lados. El médico certificó que me habían partido la boca y nariz, además de un desvío del tabique nasal. Hasta hoy me falta el aire y tengo dolores en la dentadura y en el pecho”, explicó.

Durante la golpiza, uno de los atacantes refirió que era el hermano de la niña y acusó a Alexis de perseguirla. El disidente negó esta afirmación al ser "un hombre honesto e incapaz de acosar a cualquier persona”.

Además, sus limitantes físicas le impedirían correr detrás de cualquier persona, pues en 2016 también fue agredido y las secuelas le impiden caminar con rapidez.

Luego de incorporarse y volver donde su amigo logró llegar al policlínico. Los exámenes de rayos X determinaron la gravedad de las lesiones y el médico que le atendió llamó a la policía pata tomarle declaraciones.

A un mes del altercado aún el Departamento Técnico de Investigación que atendió el caso sigue sin dar soluciones al agredido; aunque ha citado al opositor en dos ocasiones.

La directora del Centro de Asesoría Legal CubaLex, Laritza Diversent, la parsimonia en encontrar una resolución a la denuncia se debe a que “las autoridades no están investigando con la debida diligencia y por tanto constituye una violación de derechos humanos”.

“El Estado tiene la obligación de investigar, o de lo contrario, será responsable de los actos que hayan cometido los particulares”, resaltó la abogada.

En marzo de 2016, el activista fue víctima de la violencia de otro extraño mientras salía de una fiesta en la madrugada. Sabatela Ugarte fue hospitalizado y se le dictaminó un Hematoma Epidural Laminar Izquierdo.

“En esa ocasión un hombre se me abalanzó y sin más comenzó a golpearme, hasta el punto de provocarme un trauma cerebral; casi me mata”, narró.

La lista de afecciones desarrolladas luego de la lesión es larga; Alexis padece desde entonces de Mielopatía Compresiva (compresión de la médula espinal), Hiperreflexia Osteotendinosa (reacciones aumentadas a los estímulos en los tendones), inconsistencia urinaria y disfunción sexual eréctil.

El doctor Roberto Serrano Delis, entrevistado por CubaNet considera imposible que Sabatela Ugarte pueda perseguir a alguien en esas condiciones. 

El atacante de 2016 le acusó de tocar los glúteos de su mujer, aunque el opositor cuenta que no los conoce. Sobre la acusación supo en mayo, cuando fue detenido por pintar unos graffitis en contra del gobierno. La policía le informó de la acusación por Abuso Lascivo y a la vez lo procesaron por Daños a la Propiedad y Desacato.

“Nunca antes del arresto las autoridades le habían notificado a Sabatela Ugarte que existía tal denuncia en su contra, por ende, tampoco lo citaron o interrogaron”, asegura el sitio de noticias.

Justo tres días después fue condenado en un juicio sumarísimo, típico contra los disidentes, donde no tuvo la opción de defenderse ni abogado. Se le juzgó por “otros delitos” y le aplicaron una sanción conjunta de tres años de cárcel. 

Este antecedente le hace suponer que podrían acusarlo ahora de otro delito que no cometió. Su denuncia contra el agresor continúa sin resolverse.

 

Relacionados