El disidente cubano Guillermo Fariñas, que se encuentra de visita en Vilnis, Lituania, pidió a ese país que bloquee el acuerdo de cooperación de la Unión Europea con La Habana, argumentando que el régimen actual debe primero cambiar su actitud hacia los derechos humanos.
Lituania es el último estado miembro de la UE que aún no ha ratificado el documento firmado en 2017.
"Vemos a Lituania como nuestra última esperanza y estamos aquí para estimular, felicitar al parlamento lituano y al pueblo lituano por no ratificar el acuerdo, porque esto es algo que podría ser muy importante para presionar al gobierno cubano", dijo a medios lituanos el activista cubano de derechos humanos, quien ganó el Premio Sájarov del Parlamento Europeo a la Libertad de Pensamiento hace casi diez años.
El acuerdo entre Cuba y la UE entró en vigencia provisionalmente después de su firma, pero la implementación completa requiere la ratificación de todos los estados miembros de la UE.
El denominado Acuerdo de diálogo político y cooperación (PDCA) contiene tres capítulos principales sobre diálogo político, cooperación y diálogo sobre políticas sectoriales, así como sobre cooperación comercial.
Según Fariñas, la situación en Cuba ha empeorado recientemente con un aumento de la violencia y las detenciones de activistas de derechos humanos y políticos opositores.
“El régimen ha sido muy agresivo recientemente. Además, ha habido un aumento en la presión contra las personas [comunes] que no son miembros de grupos de oposición y grupos prodemocráticos o de derechos humanos ”, dijo.
El periodista y psicólogo de 57 años ha realizado una serie de huelgas de hambre para protestar contra las restricciones de derechos humanos en Cuba y ha sido detenido en varias ocasiones por las autoridades.
Según Fariñas, actualmente hay entre 128 y 175 presos políticos en Cuba.
La atención internacional se ha centrado recientemente en el caso de José Daniel Ferrer, otro disidente cubano que, según diversos informes de organizaciones internacionales, fue maltratado durante su detención.
Las acciones de La Habana ya han sido condenadas por el Parlamento Europeo y los Estados Unidos. Sin embargo, Fariñas cree que la respuesta internacional ha sido insuficiente.
“Se necesita hacer más. El régimen debería recibir sanciones políticas y probablemente también sanciones económicas, para que libere a Ferrer”, dijo el activista.
“El régimen está haciendo una especie de prueba de coste y beneficio con el encarcelamiento de importantes líderes de la sociedad como Ferrer. Si el costo es demasiado bajo, van a hacer lo mismo con otros activistas. Pero si tiene un alto costo, esto probablemente impediría que el régimen haga cosas como esta ”, dijo.
Fariñas cree que la congelación del acuerdo UE-Cuba podría ser una herramienta importante para presionar al gobierno cubano.
"Es muy importante que Europa mire más allá de los intereses económicos", dijo.
Los defensores de la cooperación con Cuba sostienen que un aislamiento continuo de La Habana no impulsará al país a mejorar su historial de derechos humanos, mientras que la posición común de la UE sobre comercio y diálogo político podría ayudar.