Manifestante del 11J: "Sigue siendo difícil para mí adaptarme a que no soy libre"

Armando Sardiñas se encuentra de pase, luego de ser condenado a diez meses de 'privación de libertad subsidiado por trabajo correccional con internamiento'
Armando Sardiñas se encuentra de pase, luego de ser condenado a diez meses de 'privación de libertad subsidiado por trabajo correccional con internamiento'
 

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El joven cubano Armando Sardiñas Figueredo se encuentra de pase este viernes y publicó un video en su Twitter para hablar sobre cómo se siente al estar recluido en el Centro Correccional de La Lima, municipio Guanabacoa, La Habana, por manifestarse el 11 de julio.

"Muchos se deben preguntar cómo estoy, cómo estoy de salud, cómo me va. No me va bastante bien como quisiera que me fuera pero tampoco tan mal. Estoy pasando por un proceso que sigue siendo difícil para mí adaptarme a pensar que no soy libre", inició Sardiñas Figueredo.

El cubano agregó que 'la parte buena' es que en julio próximo ya cumple su sanción.

Además, contó que las autoridades le negaron recientemente una solicitud de libertad condicional.

"Se me denegó la libertad condicional y tengo que esperar hasta el cumplimiento de la sanción; eso ha sido la parte mala y varias cosas personales que no me gustaría decir aquí", añadió.

Por último, dijo que "sigo firme, fuerte y quiero mandar un abrazo y saludos a todas las personas que me han apoyado y a mi familia".

El video publicado este 18 de marzo tuvo decenas de comentarios de apoyo al joven cubano.

"¡Ya estás más cerca de tu libertad! Mantén la mente enfocada en eso", escribió la usuaria Elianys Pérez.

En septiembre de 2021, Armando Sardiñas Figueredo, de 20 años, recibió una sanción de diez meses de trabajo correccional con internamiento por protestar el 11 de julio en La Habana.

Un tribunal de esta provincia emitió este 20 de septiembre el dictamen que lo obligó a presentarse en el Centro Correccional de La Lima, en el municipio habanero Guanabacoa.

El joven fue detenido en el Capitolio de La Habana el 11 de julio anterior, cuando intentaba sumarse a uno de los focos rebeldes más grandes de la ciudad ese día. "Por curiosidad me acerqué a esas personas y durante un rato estuve observándolos. Yo estaba entonces algo hastiado de la situación del país, en especial de lo que pasaba en Matanzas y, como cubano que soy, empecé a reclamar mis derechos y los de todos".

Trabajaba en el restaurante La Dominica, perteneciente a la corporación CIMEX, controlada por los militares. Fue expulsado del trabajo luego de su participación en las manifestaciones.

Antes de ingresar al correccional el 7 de octubre pasado, el joven dejó un mensaje de voz en Twitter: "Son tantas las emociones y la impotencia, no sé cómo llamarle. Quiero decirles que Patria y Vida, libertad para los presos políticos, abajo la dictadura, esto tiene que acabar algún día".

 

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