Tomás Sánchez: imponer a todos una ideología es un acto terrorista

El conocido pintor cubano fue directo en sus redes sociales contra el totalitarismo
Tomás Sánchez
 

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El reconocido pintor cubano, Tomás Sánchez, dejó en sus redes sociales una fuerte reflexión dirigida al régimen cubano que impone a todos los cubanos la ideología del comunismo.

“Imponer a todos una ideología es un acto terrorista”, escribió en Instagram el artista, autor de una de las obras pictóricas más destacadas de la plástica cubana, “Relación”. La misma se exhibe en el Museos Nacional de Bellas Artes en La Habana.

De hecho, en mayo pasado, Sánchez requirió a esa institución que retirara la misma de la exposición. Todo ello, porque el Museo permitía el acoso gubernamental a artistas como Luis Manuel Otero Alcántara.

Mediante una publicación en su Facebook oficial, el prestigioso paisajista decía no entender cómo desde la institucionalidad se proscribe o difama a colegas, cuando estos espacios deberían protegerlos.

"Las obras que pertenecen al Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana me han dado la satisfacción de conectar con la gente en muchos niveles, más allá del intelectual. Mi pintura les ha dado a otros un espacio de redención y estoy muy agradecido por ello. Muchas de estas historias las conozco por las celadoras del Museo, a fin de cuentas, son ellas las que conviven diariamente con el arte que esas paredes exhiben y las que retribuyen a los artistas sobre el impacto de estas obras en las vidas de esos otros, que por esa simple conexión no nos son desconocidos", dijo.

Sin embargo, consideró que "tanto con ese público, como con el gremio que alimenta esa obra mayor que hacen o deben hacer las instituciones del arte, tiene que existir la misma responsabilidad y el mismo respeto. Porque no están separados los unos de los otros. El Museo de Bellas Artes, el Ministerio de Cultura o cualquiera de las instituciones del arte deben velar por igual por los destinatarios de su misión como por los artistas, porque sus ideas y su accionar sean respetados".

El pintor radicado en Costa Rica desde hace varios años añadía que "muchas veces no entiendo o no comulgo con muchas de las obras o formas de expresión de algunos artistas, pero mientras no implique daño a terceros, o a la naturaleza, los cuales son parte de mis límites éticos, no entiendo cómo se proscribe o difama desde la institucionalidad que debería protegerlos. El arte cubano está viviendo horas aciagas, reducir a los artistas a la mera cuestión decorativa es devolverlos en el tiempo, no somos un motivo en una pared, somos cada uno de nosotros un complejo sistema de acción y pensamiento".

"La criminalización de la diferencia no es -ni será- un camino para la convivencia. Las obras de mi autoría que posee el Museo le pertenecen al pueblo de Cuba, pero ese concepto de Cuba trasciende lo ideológico o lo político. Cuba es exquisita y diversa, el arte cubano es exquisito y diverso y eso, que debería llenarnos de orgullo, es hoy día motivo de luto", concluía.

 

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