Un espectáculo celeste destella en la avenida Galiano de La Habana, especie de red luminosa que imita las constelaciones de la Vía Láctea y cuyos focos brillaron por primera vez la noche del 30 de octubre. La obra acompañará la Semana de la Cultura Italiana en Cuba, pero desde hace días se ha convertido en atracción de los habaneros y turistas que frecuentan una de las zonas más antigua de la capital caribeña.
Las dieciséis constelaciones lumínicas relucirán durante dos años y hacen parte de las celebraciones por el aniversario 500 de la urbe, al que se ha sumado la provincia de Turín, cuyo gobierno regaló la obra perteneciente al escenógrafo Carmelo Giammello, de la Academia de Artes de Turín.
Pero el paralelo no termina aquí, pues del otro lado del Atlántico, en la más rica e industrial de las regiones italianas, las autoridades encendieron al unísono un artesanado similar en la plaza central de San Carlos, para celebrar el nacimiento de La Habana y conmemorar los cinco siglos de la muerte de Leonardo Da Vinci.
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La agencia Prensa Latina señaló que esta iniciativa también forma parte del Festival Avenida Italia que, del 5 al 7 de noviembre, acogerá la presentación de agrupaciones italianas junto a artistas cubanos.
La empresa estatal Unión Eléctrica de Cuba, junto a la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico de Italia y la Fundación de Turín Museos, puso a punto la exhibición que se extiende desde la calle Zanja hasta San Lázaro, una de las zonas más transitadas de la ciudad y por tanto, lugar idóneo para colocar lo que constituye un espectáculo inédito en La Habana de los últimos 60 años.
La calle lleva el nombre de Martín Galiano, ministro del Interior y Fortificaciones del gobierno del capitán general Miguel Tacón (1834-1852), quien comenzó las obras de esa vía en la tercera década del siglo XIX, cuando Cuba comenzaba su etapa de pujanza económica y proliferaban los negocios, las obras de infraestructura y el florecimiento de la cultura, todo impulsado por las mieles de la caña de azúcar.
En la República, Galiano fue la arteria comercial de la ciudad, en donde ingenieros europeos y norteamericanos levantaron edificios cuyas líneas se guiaban por las tendencias arquitectónicas más modernas. Algo de ese esplendor puede encontrarse hoy allí, de seguro más vistoso a la luz de estas luces italianas.
Aunque nunca ha recobrado el esplendor de la colonia y la era republicana, la fuerza del turismo a inicios del siglo XXI le devolvió un poco de su vivacidad perdida. En la actualidad, Galiano es una copia nostálgica de sus antiguos bares, tiendas y cafés, de aquella época en que “La Habana era La Habana”, al decir de los ancianos, la ciudad más brillante y cosmopolita del Caribe.