El canciller del régimen cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, cómplice y vocero durante décadas de las barbaridades de esa "revolución", se atrevió a acusar este lunes a EEUU de "separar familias" en la isla.
Olvidándose de los actos de repudio, de sus discursos contra los "gusanos", echando a pelear al cubano contra el cubano, ahora viene el funcionario a decir que la culpa es del gobierno norteamericano.
"El ataque a las remesas sólo puede venir de un gobierno especializado en construir muros y separar familias", comienza su tuit, Rodríguez Parrilla.
Por último, agregó que "justificar el daño a los cubanos en ambos países es cínico y criminal. Es una burla presidencial a los valores que promueve la sociedad estadounidense".
El canciller se refiere a la nueva prohibición al envío de remesas desde Estados Unidos a Cuba a través de la empresa militar cubana Fincimex.
El borrador de la nueva sanción fue publicado en el Registro Federal, y entrará a regir el 27 de noviembre, un mes después de su publicación la próxima semana.
Dicho documento expresa que "nada autoriza una transacción relacionada con la colección,
reenvío o recepción de remesas que involucren a cualquier entidad o subentidad identificada en lista restringida".
Fincimex, subsidiaria del Grupo de Administración Empresarial (GAESA), que tiene al mando el general de brigada, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, controla más de la mitad de remesas que llegan a la isla.
Una de las compañías afectadas será Western Union.
Desde el 5 de junio, el gobierno estadounidense sancionó a Fincimex y dijo entonces que esta medida "ayudará a abordar los intentos del régimen de controlar el flujo de divisas que pertenece al pueblo cubano".
Fincimex fue constituida en Panamá como una sociedad privada cubana en 1984, es subsidiaria de CIMEX y está bajo la sombrilla del Grupo de Administración de Empresas (Gaesa), controlado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Desde 1999, Western Union cuenta con autorización del Departamento del Tesoro para operar en Cuba, donde cuenta con más de 420 sucursales radicadas en 168 municipios del país. Aunque la compañía no reporta datos sobre el valor de sus transacciones, es el mayor operador de los tres mil 500 millones de dólares que anualmente llegan en remesas a destinatarios radicados en la Isla.