La administración del presidente Joe Biden revisará la inclusión del régimen cubano en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, según se desprende de una reciente entrevista que el secretario de Estado Antony J. Blinken concediese a la periodista Andrea Mitchell, de la televisora MSNBC.
A la pregunta de si revocaría la actual administración demócrata tal designación, Blinken adelantó que se revisarán una serie de acciones que tomó la administración saliente en sus últimos días, incluida esa concerniente a Cuba.
Fueron pasos que podría haber dado presumiblemente durante cuatro años y los dio en las últimas cuatro semanas, por lo que los estamos examinando todos, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense en la entrevista, publicada en la web del Departamento de Estado.
Si bien la pregunta era sobre Cuba, Blinken particularizó en el caso de los hutíes de Yemen, calificados por la administración republicana de Donald Trump como una organización terrorista extranjera. Lo hizo a modo de ejemplo, para ilustrar en qué sentido serán sometidas a revisión varias decisiones del gobierno precedente.
Tengo profundas preocupaciones sobre la designación de los hutíes como organización terrorista porque una de las cosas en las que tenemos que enfocarnos en esta terrible guerra es que el presidente ha dicho que detendremos nuestro apoyo a la campaña militar liderada por Arabia Saudita en Yemen, pero también tenemos que dar un paso aumentar nuestra capacidad para llevar asistencia humanitaria a las personas en Yemen que están sufriendo terriblemente, dijo Blinken.
“El 80 por ciento por ciento de ellos vive bajo el control de los hutíes. Queremos asegurarnos de que cualquier cosa que hagamos no dificulte más la entrega de asistencia humanitaria al pueblo de Yemen”, agregó.
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En días pasados, cercanos a la designación del régimen de la mayor de las Antillas como patrocinador del terrorismo, el director ejecutivo de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, Juan Antonio Blanco, comentó a la agencia EFE que sería “una ingenuidad” creer que la administración Trump metió a la isla “de un plumazo en esta lista”.
Asimismo, calificó de “simplista” pensar que con tal decisión pretendía dejarle “el campo minado” a la nueva administración en asuntos cubanos.
Este proceso llevó “años de investigaciones”, consideró Blanco. “Fui uno de los que hizo investigaciones en ese terreno y llegamos a la conclusión de que Cuba había aplicado una metodología de subcontratación mediante la cual todas las actividades criminales e ilegales con estos grupos las había exportado a Venezuela”, subrayó.
