El régimen no se debe preocupar ya sólo por Clandestinos o los actos de la oposición tradicional que tiene identificada, perseguida y violentada. Tiene que lidiar también ahora con ataques informáticos del grupo Anonymous Cuba, que este domingo temprano hackeó la página web de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana.
“Les anunciamos que la página perteneciente a la Facultad de Física de la Universidad de La Habana http://fisica.uh.cu ha sido Hackeada por el grupo Anonymous Cuba Oficial. A la dictadura le decimos que llegamos para quedarnos, basta de mentiras y engaños hacia nuestro pueblo”, escribió el grupo en su perfil de Twitter.
Como prueba de su “logro” y afrenta al régimen, el grupo acompañó el tuit de la imagen que cualquier usuario obtenía cuando quería acceder a la página. Si bien ya esta imagen no está disponible, porque la web de la Facultad hackeada fue retirada, un hilo del proyecto comunicativo Yucabyte narra y evidencia la realidad del hackeo.
El hilo demuestra que, efectivamente, la web de la facultad de Física funcionaba bien hace unas semanas, con su tradicional contenido, y que esta mañana sólo mostró la provocativa imagen de Anonymous por poco más de una hora.
Aunque ya ésta no se ve, porque la web hackeada fue bajada, los registros del hackeo quedaron registrados, así como también sucedió el 20 de febrero, cuando la página web de la oficina en Cuba de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) también fue atacada para que mostrara una imagen con presuntos titulares como “Fidel mandó a matar al Che y eso lo sabe todo el pueblo de Cuba”, y “Abajo Díaz-Canel y el régimen de los Castro”.
Si bien el hackeo es un delito, lo cierto es que la ocurrencia de hechos como éste demuestra que varios sectores de Cuba están perdiendo el miedo y van con todo contra un Gobierno que sólo institucionaliza prácticas que le permitan mantenerse en el poder sin competencia política alguna.
Constantemente presume un apoyo popular total, pero acciones como la de esta mañana lo ponen en entredicho. Cada vez son más los contrarios y van perdiendo todo temor, incluso el de violar leyes reales.
