Hasta 200 mil dólares ascienden los montos destinados a la indemnización de cada una de las víctimas estadounidenses del llamado “Síndrome de La Habana”.
Según informó la Agencia de Noticias AP, fuentes anónimas aseguraron que tanto el personal de la embajada de Estados Unidos en Cuba, como los familiares que hayan sufrido lesiones en redes cerebrales generalizadas sin una historia asociada de traumatismo craneoencefálico -como indica el informe presentado por los expertos-, recibirá una compensación cuyo valor mínimo es 100 mil dólares.
La suma variará de acuerdo al grado de severidad de las lesiones, entre las cuales se encuentran el daño cognitivo y problemas de vista y oído.
Según especifica la nota, los pagos serán entregados sólo a víctimas empleadas por el Departamento de Estado y a sus dependientes, los cuales rondan el 20 por ciento del total. El resto de las víctimas serán indemnizadas por las agencias federales que las hayan contratado, entre las que se encuentran la CIA o el Departamento de Defensa, las cuales tienen sus propias políticas médicas.
“El Departamento de Estado declinó el jueves hacer declaraciones sobre las cantidades de los pagos propuestos, pero subrayó que la Ley HAVANA lo autoriza a “hacer pagos a personal por ciertas lesiones cerebrales con las características que cumplan los requisitos” y lo obliga a hacer del conocimiento público sus planes para emitirlos, lo cual —dijo— será “pronto” asegura AP.
En diciembre de 2020 se contempló que los padecimientos experimentados por diplomáticos norteamericanos en China y Cuba pudieron haber sido el efecto de rayos microondas dirigidos, según un informe de la Academia Nacional de Ciencias que cita evidencia médica para respaldar la denuncia de funcionarios de inteligencia estadounidenses.
Dicho informe no atribuye responsabilidad de la emisión de las ondas de energía, sin embargo, señala que la otrora Unión Soviética llevó a cabo investigaciones de pulsación de energía de radiofrecuencia hace más de 50 años.
En respuesta, funcionarios estatales y legisladores de alto nivel de Rusia respondieron con negaciones y burlas a los informes sobre el “Síndrome de La Habana” y la presunta participación del Kremlin. Uno de ellos, el subdirector del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alexander Bikantov, la emprendió contra la prensa que informa sobre las investigaciones en torno a los extraños sucesos, alegando que son “falsificaciones de agitprop [agitación y propaganda] rusofóbico”, publicó el medio de comunicación oficialista RIA Novosti.