A un mes de declarada pandemia y primeros casos en Cuba, radiografía de la COVID en la isla

Parte de la opinión pública considera que las cifras actuales pudieran ser un poco menores si el gobierno no se hubiese tardado más de la cuenta en tomar medidas
Un mes de coronavirus en Cuba
 

Reproduce este artículo

Este sábado se cumple un mes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase a la enfermedad provocada por la nueva cepa de coronavirus, la COVID-19, como una pandemia, y también de que Cuba reconociese sus tres primeros casos positivos: unos italianos que visitaban la isla en condición de turistas.

Detectada en la ciudad china de Wuhan a fines del pasado año, la enfermedad, cuyo origen se desconoce aún con exactitud, ha provocado hasta el momento en que se escribe este artículo (16:46 GMT) un millón 724 mil 736 contagios y 104 mil 938 decesos.

De momento no hay una vacuna o tratamiento totalmente efectivo, aunque, afortunadamente, la tasa de recuperación supera a la de mortalidad, excepto en los grupos considerados de riesgo; a saber, ancianos, pacientes con enfermedades cardiovasculares previas, diabetes, hipertensión y problemas respiratorios.

En Cuba, desde la detección de los primeros casos y hasta el cumplimiento de este primer mes suman un total de 620 casos confirmados, 16 fallecidos y 77 recuperados. Gran parte de la opinión pública considera que estas cifras pudieran ser un poco menores si el gobierno no se hubiese tardado más de la cuenta en cerrar sus fronteras y decretar las medidas de aislamiento social hoy vigentes.

Previo a la llegada del virus al país, al menos de manera oficial, e incluso algunos días después de la misma, La Habana se vendía al mundo como un atractivo destino turístico en tiempos de coronavirus.
 

 

Sin embargo, la enfermedad y la realidad de contagios, incertidumbre y muerte que siembra a su paso, terminaron por imponerse sobre las apetencias económicas de un régimen desesperado, cada vez menos capaz de generar las riquezas necesarias no ya para un desarrollo sustentable y suficiente para su población, sino hasta para mantener sus mínimos y habituales estándares de sobrevivencia.

Más allá de eso y todas las recriminaciones, válidas y legítimas, a la gerontocracia política cubana y sus delfines, como el presidente Miguel Díaz-Canel, el portal oficialista Cubadebate, a propósito de la fecha de cumplimiento del primer mes de la epidemia en Cuba, comparte un interesante artículo en el que desmenuza las cifras de la propagación y el impacto de la enfermedad en la isla.

Siempre atendiendo a las estadísticas oficiales, desafortunadamente poco confiables dados los antecedentes de manipulación política del régimen, y con cierre en el parte del Ministerio de Salud Pública (Minsap) del 10 de abril, Matanzas, Playa, Plaza de la Revolución y Santa Clara son los municipios con más casos confirmados y los únicos que rebasan la veintena: 31, 29, 25 y 21, respectivamente.

 

Gráficos de Proyecto Inventario

Los días 7, 8 y 9 de abril fueron los días en que más casos se confirmaron, con 61, 58 y 49, también de manera respectiva, lo cual evidencia que la isla apenas está entrando en la fase ascendente de la curva de propagación de la enfermedad. Ello, de manera coincidente con el inicio en la semana de la fase III de la epidemia, la de transmisión autóctona, que el régimen adorna con el eufemismo de limitada, aunque es harto sabido que puede ser, y presumiblemente será, mucho peor.

El grupo etario más afectado es el de las personas con edades entre 41 y 60 años, con 198 casos, seguido del de aquellos con edades entre 19 y 40 años, con 180. Asimismo, los hombres parecen ser un poco más propensos que las mujeres a contraer el virus en la isla, puesto que el 50.7 por ciento de los casos en Cuba son hombres. 

Respecto a los fallecidos, el día más mortífero fue el 8 de abril, jornada en la que cuatro pacientes perdieron la vida. De los finados, también la mayor parte son hombres, con 10 muertos, y hay reafirmación de la tendencia mundial de que los adultos mayores son los más vulnerables, puesto que nueve fallecidos tenían edades entre los 61 y los 80 años.

 

 

Relacionados