Las nuevas disposiciones anunciadas por el Ministerio de Relaciones de Cuba (Minrex) este 13 de octubre han desatado disímiles reacciones en contra del régimen. Los ciudadanos cubanos y extranjeros residentes en el país que superaron su tiempo de estancia en el exterior de 24 y 12 meses respectivamente desde el 19 de marzo, deberán solicitar la prórroga de estancia en las oficinas consulares.
Según aseguraron los funcionarios del Minrex: “por el período comprendido entre el 19 de marzo del 2020 y el 12 de octubre del 2020 no se realizará cobro alguno”. Sin embargo, “posterior al 12 de octubre del 2020, se cobrará la tarifa establecida para este servicio. Esta medida tiene vigencia hasta el 12 de octubre del 2021”.
Cobrarán “25 euros por la solicitud”, equivalentes a casi 30 dólares estadounidenses. Luego viene lo peor: quien desee conservar la residencia debe ingresarle al régimen “40 euros [unos 47 dólares] por cada mes posterior al 12 de octubre del 2020 y hasta el 12 de octubre del 2021”.
Según la nota en la página oficial del Minrex, “este trámite se hace en el momento. Si el trámite es realizado por una tercera persona, se aplica el cobro de 25 euros adicionales”.
El profesor universitario, Hiram H. Castro, comentó en su perfil personal en Facebook:
“Las autoridades de migración cubana han decidido que los ciudadanos cubanos en el exterior paguen 40 dólares (y más) por cada mes que, después de pasado 24 meses sin ir a Cuba, permanezcan en el exterior. Sin embargo, irónicamente, el aeropuerto José Martí permanece cerrado. Los aeropuertos de otros países también. Las autoridades cubanas han puesto la carreta delante de los bueyes y a los ciudadanos cubanos en el exterior entre la espada y la pared”.
“¿Quiénes asesoran a las autoridades cubanas en materia de migración? Un gobierno debe contar con expertos que adviertan sobre las consecuencias de sus decisiones. Un experto debe ser capaz de analizar las múltiples dimensiones en torno a un problema”, acotó el docente.
Hiram H. Castro, agregó además en su publicación: “Cada ciudadano en el exterior es un embajador cultural de su país, pero si siente que su gobierno no lo quiere así hablará de él”.
“Alguien informado sabe que los primeros golpeados por las crisis económicas son los emigrantes. Si un emigrante cubano no tiene empleo perderá hoy su plena ciudadanía. Si un emigrante cubano tiene empleo deberá esperar por sus vacaciones y pagar una cifra onerosa o perderá su ciudadanía. Entre dar de comer a sus hijos y seguir siendo ciudadanos cubanos deberán elegir. Los migrantes son población vulnerable no cajeros automáticos”, precisó.
Lea también
De acuerdo al profesor de la Universidad de La Habana: “Perder los derechos de plena ciudadanía es grave. Las repúblicas aristocráticas, que tanto denostaba Martí, no reconocían como ciudadanos a indígenas, negros, analfabetos, mujeres y pobres. Los pobres eran nacionales, pero no ciudadanos. La promesa del socialismo es la extensión de la ciudadanía plena”.
“Un Estado no es un señor feudal. Un Estado decente debe servir a sus ciudadanos, representarlos, respetar sus derechos y legitimar los deberes que obliga a cumplir. Sabemos que Cuba necesita divisas. Entre Trump, la pandemia, las malas políticas agrícolas y un largo etcétera el escenario económico (popularmente conocido como “La Jama”) es hoy desesperante. Las remesas pasarán, o deberían pasar, al primer renglón de la economía. Pero acrecentando el rencor decrecen las remesas. Avivando el anticomunismo aumentan los votos neoliberales en la región. A la larga, económicamente hablando, se perderá más de lo recaudado por este injusto peaje”, acotó.
“Estamos ante una multa siempre arbitraria, insensible, no estratégica, no inteligente. Pero en el actual contexto esta decisión es inhumana. Con los derechos de ciudadanía se nace y se permanece. Los derechos no se venden, no se compran, no se extorsiona con ellos. Los derechos son nuestra humanidad. Tener una patria donde llegar o volver es nuestro derecho”, concluyó el académico.