Cubanos residentes en Ciego de Ávila temen que el rebrote de COVID-19 en su ciudad sea peor de lo anunciado por las autoridades del régimen.
Un reportaje de Radio Martí incluye testimonios de personas de esa provincia que observan a diario cómo autobuses (guaguas) se llevan a personas sospechosas de tener la enfermedad.
Además, las cuarentenas obligatorias, que se extienden a decenas de barrios, han provocado mayor presencia policial en las calles, y la escasez de productos básicos, que solo empeora.
Un avileño, Roberto Valdivia, contó a ese medio que fue ingresado en un centro de aislamiento el pasado viernes por un test rápido de COVID-19 que había dado positivo, pero fue dado de alta ayer pues la prueba PCR salió negativa.
De acuerdo con Valdivia, el centro donde estuvo se encuentra "abarrotado".
"Era un preuniversitario y han convertido todas las plantas en apartamentos y hay allí 400 o 500 internados, y son malas las condiciones, donde tú estás no puedes salir, estás junto a varias personas en el mismo cuarto, te llevan el alimento que vas a consumir y te bañas dentro de la misma habitación", añadió.
Por otro lado, Oscar Cervantes, otro entrevistado, explicó que al sur de la ciudad hay muchos policías en las calles, que no permiten salir a las personas, pero tampoco les acercan productos básicos para subsistir.
Contó además que un vecino suyo, de 24 años, salió este jueves a la calle con consignas contra el régimen y el pueblo impidió su arresto.
Las autoridades sanitarias reportaron este 17 de septiembre 71 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva las cifras totales a 5004.
Hay 1830 personas ingresadas en los hospitales bajo vigilancia y, de ellas, 642 se mantienen ingresadas con la enfermedad. Se reportan cinco pacientes en estado crítico y 14 en estado grave.
En el último mes, las provincias más afectadas con esta segunda ola del virus han sido La Habana y Ciego de Ávila. En el parte de hoy destacan La Habana, con 34 casos, y Ciego de Ávila con 20.
