La compra y venta de viviendas fue suspendida en La Habana desde la semana pasada como parte de las medidas de enfrentamiento a la COVID-19.
“Se limitan temporalmente los trámites notariales que no resulten excepcionales; y en el Registro Civil se mantiene la tramitación de defunciones y nacimientos”, aseguró a El Toque la oficina de Atención a la Población del Ministerio de Justicia.
En efecto, esta medida implica el cese temporal —la institución fue enfática en este sentido— de los trámites relacionados con la enajenación de inmuebles, solares, etc., sino también de algunos trámites considerados no esenciales como la formalización e inscripción de matrimonios, la formalización de divorcios, la expedición de certificaciones, legalización de títulos y la emisión de expedientes de subsanaciones de errores u omisiones, entre otros.
Las autoridades decidieron cerrar 15 registros de la propiedad, 31 unidades notariales (se queda un notario por municipio para atender situaciones de alta sensibilidad) y 13 palacios de matrimonios. Los casos excepcionales se atienden a nivel provincial.
También quedan temporalmente fuera de servicio 17 oficinas de trámites de la vivienda y 15 oficinas de atención a la población de las direcciones municipales de vivienda. Las autoridades provinciales aseguraron que estas acciones se aplican desde el viernes 11 de junio.
Plan de acciones contra la Covid en La Habana
La información, publicada por el periódico Tribuna de La Habana, remarca que ahora el 100 % de la población vulnerable será incluido en los procesos de detección de sintomáticos, incluso en las comunidades con una situación epidemiológica favorable.
Se mantendrá el tratamiento reforzado de los eventos y focos con una restricción total de movilidad para los confinados y la prohibición de acceso para el público externo. Los focos con cinco casos acumulados se convertirán automáticamente en eventos, como ha estado haciéndose en las últimas semanas.
Transporte reducirá significativamente los permisos a los vehículos estatales para transitar después de las 9:00 de la noche, que hasta este momento rondaba la cifra de 4 000.
No se permitirá la entrada ni la salida de La Habana por cuestiones de trabajo, salvo casos excepcionales, que serán autorizados por el primer nivel de dirección del país, o por el Gobernador de La Habana en caso de que sea una entidad provincial.
También se valora la posibilidad de aplicar más adelante esta restricción para el sector estatal en el horario diurno, teniendo en cuenta que se incrementarán los trabajadores que realizarán sus labores a distancia.
En la transportación pública se exigirá el cumplimiento de los límites en la capacidad de los ómnibus: 30 pasajeros de pie en los articulados y 20 en los rígidos. En cuanto a las personas que necesiten trasladarse a otras provincias por una enfermedad, una pérdida familiar u otro motivo muy sensible, se requerirá de un permiso especial. Entre otras disposiciones, se mantendrán cerrados bares, discotecas, playas, piscinas y otros centros recreativos.