La ley no es pareja, santiaguero denuncia impunidad policial

Al joven Javier Morales le indignó comprobar cómo un uniformado cualquiera puede circular libremente por las calles incumpliendo normativas que a él le exigen respetar, y por las que ha sido multado
Santiaguero denuncia impunidad policial
 

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El santiaguero Javier Morales, como muchos cubanos, confirmó una vez más que la ley no es pareja en Cuba. No sólo quedan eximidos de la misma los “pinchos” y su prole, sino también hasta un simple policía, de los que se supone que en cualquier país, además de velar por el orden interior, se comporten como ciudadanos ejemplares.

Al joven le indignó comprobar cómo un uniformado cualquiera puede circular libremente por las calles incumpliendo normativas que a él le exigen respetar, y por las que ha sido multado.

Es el caso de no transportar a niños en motocicletas, una prohibición que, si bien busca proteger la vida de los infantes, no todos cumplen o no se preocupan de igual manera al violarla.

Morales vio y retrató a un efectivo de la llamada Policía Nacional Revolucionaria circulando en su moto con una mujer y un niño, y ello le hizo cuestionarse por qué no se juzga todo, ni a todos, con la misma vara.

“Policía, policía ¿Tú quieres ser mi amigo? Y yo cada día tengo que esconderme para poder llevar a mi hija al círculo infantil. Cuántas multas ya he tenido que pagar y puntos que acumular, al menos mi hija tiene su casco y va protegida entre su madre y yo. Pero como dice la Biblia, vendrán tiempos peores”, escribió en clave irónica Morales en Facebook, donde compartió la imagen de la escena que tanto le disgustó.

En ella, además de llevar a un niño en una moto destinada a la transportación de sólo dos pasajeros, se ve cómo éste viaja sin el obligatorio casco protector.

Además de a Morales, el hecho indigna a muchos otros usuarios de la referida red social, que comprenden el sentir del residente en Santiago de Cuba.

“Haz lo que yo digo, no lo que yo hago. Así funciona”, recordó Cubanita Pérez, una máxima con la que han crecido los cubanos y aplican a la hora de juzgar a dirigentes y funcionarios gubernamentales.

“Ellos (los policías) están amparados, sí lo pueden hacer”, observó por su parte Yunier Bataille, mientras que otros afirmaron sin tapujos que son cosas que pasan en “una dictadura”, donde los poderosos y los supuestos encargados de hacer valer la ley son los primeros en vulnerarla, a la vez que abusan y maltratan al pueblo.

 

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