Las autoridades sanitarias de Cuba confirmaron 48 casos nuevos de coronavirus y ningún fallecido al cierre del 16 de agosto, para un total de 3364. Unos 582 pacientes se mantienen ingresados con la enfermedad.
Los 48 diagnósticos son cubanos; de ellos, 39 fueron contactos de casos confirmados y nueve con fuente de infección “no precisada”, según el último informe del Ministerio de Salud Pública. El 35,4% (17) fueron asintomáticos.
Al cierre del día de ayer, se encontraban ingresados en hospitales para vigilancia clínica epidemiológica 1377 pacientes. Otros miles vigilan en sus hogares, desde la Atención Primaria de Salud. Se reportan cinco pacientes en estado crítico y dos graves.
De los 48 pacientes, 43 pertenecen a La Habana, la provincia más afectada. En las últimas semanas hubo un repunte de casos en otros territorios como Artemisa, Pinar del Río, Villa Clara y Matanzas.
En este último, el pasado 12 de agosto, el doctor Francisco Durán informó de un ciudadano positivo a la COVID-19 procedente del municipio Matanzas, cuya fuente de infección se investiga. Lo que calló el especialista, es que el paciente de 22 años de edad es bailarín de uno de los hoteles en Varadero (Tuxpan, según confirma un oficial del Ministerio del Interior que prefirió mantener el anonimato).
De los siete contactos de esa persona mantenidos en vigilancia, dos resultaron positivos tras el PCR —uno de ellos también trabajador en el balneario de Varadero—. Pese a ello, Durán omitió la información en la conferencia de este domingo y solo dio a conocer un caso de la provincia de Matanzas: una ciudadana de 79 años, específicamente del municipio de Cárdenas, que viajó reciente a La Habana en busca de paquetería.
El régimen de La Habana confirmó el pasado 11 de marzo los primeros casos positivos de infección de coronavirus en Cuba con tres turistas de visita en el país, según datos del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El pasado 31 de marzo, el primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero Cruz, anunció la suspensión total de los vuelos a la Isla, lo que significa que ni los cubanos y extranjeros residentes podrán entrar al país salvo situaciones excepcionales.
“El avance de la pandemia nos ha llevado a valorar la situación de los aeropuertos. Se ha tomado la decisión de suspender todos los vuelos de pasajeros a Cuba. Necesitamos eliminar el arribo de pasajeros que sigue siendo un riesgo para la salud de las personas”, agregó el jerarca.
También el régimen cubano anunció que ha sido establecida la fase de “transmisión autóctona limitada”, luego de confirmarse casos de personas contagiadas que no están conectadas con viajeros llegados del extranjero.