La periodista Nora Gámez Torres informó este miércoles 31 de agosto que el régimen dejó en libertad, sin hacerlo público, a Alina López Miyares, una cubanoamericana que se encontraba en prisión desde el año 2017 bajo cargos de espionaje.
"Cuba libera silenciosamente de prisión a una maestra cubanoamericana condenada por espionaje en 2017, en un gesto inusual que podría indicar la voluntad de La Habana de eliminar un obstáculo diplomático para un mayor compromiso con los Estados Unidos" declaró la reportera en Twitter.
El tuit remite a una publicación del Miami Herald, de la autoría de Gámez Torres, en el cual se detallan algunos elementos del caso. Se explica, por ejemplo, que la prisionera obtuvo el estatus de libertad condicional alegando "buena conducta, su presión arterial alta crónica y "principios elementales del humanismo", pero que no puede salir de Cuba hasta 2030, año en que se cumple totalmente su sentencia.
"Su madre de 93 años, Alina Miyares, que solía viajar a la isla para llevar alimentos y medicinas a su hija encarcelada, recientemente tuvo que mudarse a un centro de vida asistida [hogar para ancianos]" explica la nota.
En febrero de 2021, López Miyares suplicó ayuda al gobierno de Biden para solucionar su caso. "Soy inocente. Por favor, ayúdenme a volver a mi país", declaró en una llamada telefónica con su abogado defensor, Jason Poblete.
López-Miyares nació en Cuba y llegó a los Estados Unidos con sus familiares en 1969, cuando era niña, y se convirtió en ciudadana estadounidense por naturalización. Trabajó como maestra en escuelas públicas de Nueva York, y a fines de la década de 1990 se mudó a Miami.
En 2017, durante un viaje que hizo a Cuba para encontrarse con su esposo, Félix Martín Milanés Fajardo, un ex diplomático de La Habana ante lasNaciones Unidas, López Miyares fue arrestada y juzgada junto a éste por supuestamente trabajar para los servicios de inteligencia de Washington.
En ese sentido, el gobierno cubano no reconoce la doble ciudadanía, y considera a cualquier persona nacida en la isla como ciudadano cubano una vez que entra al territorio nacional.
"Mi opinión es que ella no es una presa política, ella es más un rehén, no se ha involucrado nunca en la política. Simplemente tuvo una relación con un personaje con un historial. Pretenden utilizarla como "arma política", declaró el abogado en las referidas declaraciones a Radio Televisión Martí.
