"Ayúdenme a volver a mi país": estadounidense apresada en Cuba suplica a Biden

Alina López-Miyares fue acusada por el supuesto delito de espiar en favor de Washington y condenada a 13 años de prisión. Tiene una nefropatía crónica y el gobierno cubano le impide ver a su abogado y personal diplomático estadounidense.
Alina-López-Miyares
 

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La ciudadana estadounidense Alina López-Miyares, quien permanece presa en Cuba, suplicó ayuda al gobierno de su país para solucionar su caso en una llamada telefónica con su abogado defensor, Jasón Poblete.

“Soy inocente. Por favor, ayúdenme a volver a mi país”, declaró López-Miyares, quien fue acusada de espionaje por el sistema judicial cubano y permanece en prisión desde 2017.

La mujer declaró que tiene una nefropatía crónica y no come lo suficiente, ni con la calidad necesaria. Agregó que su situación empeorará al punto de necesitar diálisis dentro de poco. Al mismo tiempo, su madre, de 93 años, necesita de sus cuidados debido a su edad y padecimientos.

Las autoridades carcelarias no le permiten recibir visitas, por lo que López-Miyares no ha podido reunirse con representantes de la embajada de EEUU.

Alina fue acusada por el supuesto delito de espiar en favor de Washington y condenada a 13 años de prisión. En diciembre, su abogado urgió al Departamento de Estado y a su contraparte cubana, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), a interesarse más por el caso de López-Miyares.   

“No sería oportuno o acertado para ninguno de los dos gobiernos que una ciudadana de Estados Unidos muera en Cuba como consecuencia de negligencias de ambos”, dijo Poblete a ADN Cuba en ese momento.

En su último mensaje al Minrex, el abogado pidió que el gobierno de la isla aparte la política del caso de su representada y permita que esta reciba asistencia consular y sea visitada por él, algo a lo que el régimen se ha negado en varias ocasiones.

En junio, Poblete dijo a Radio Televisión Martí que “de acuerdo a la sentencia del tribunal que la juzgó, hemos palpado la severidad del fallo judicial en el cumplimiento de la sanción que se le impuso”.

“Por una parte, no ha recibido los beneficios que reciben los sancionados por la jurisdicción militar en sus centros penitenciarios, que son diferentes a las prisiones civiles, y por otro lado no le han permitido recibir la asesoría jurídica y consular que le corresponde por ser ciudadana norteamericana al momento de los supuestos hechos, como está estipulado en el artículo 64 del Reglamento del Sistema Penitenciario del Ministerio Interior”, explicó.

Cuba no reconoce la doble ciudadanía y considera a cualquier persona nacida en la isla como ciudadano cubano cuando entra en el territorio nacional. 

López-Miyares nació en Cuba y llegó a los Estados Unidos con sus familiares en 1969 cuando era niña. Se convirtió en ciudadana estadounidense por naturalización. Trabajó como maestra en escuelas públicas de Nueva York y a fines de la década de 1990 se mudó a Miami.

Conoció a su pareja durante un viaje a Nueva York, a principios de la década de 2000, pero se desconocen los detalles, precisó Radio Televisión Martí en un reporte al respecto. En 2017, durante un viaje que hizo a Cuba para encontrarse con su esposo, Félix Martín Milanés Fajardo, un exdiplomático de La Habana ante Naciones Unidas, López Miyares fue arrestada y juzgada junto a éste por supuestamente trabajar para los servicios de inteligencia de Washington.

“Mi opinión es que ella no es una presa política, ella es más un rehén, no se ha involucrado nunca en la política. Simplemente ella tuvo una relación con un personaje con un historial”. Pretenden utilizarla como “arma política”, analizó el abogado en las referidas declaraciones a Radio Televisión Martí.

 

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