Régimen incumplió en 42% plan de entrega de viviendas en 2021

El Micons refirió como causas del incumplimiento la falta de materias primas y de explosivos para las canteras, así como el descenso en la producción de materiales de construcción
Manuel Marrero en balance del Micons. Foto: Presidencia Cuba/Facebook
 

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El régimen cubano incumplió en un 42 por ciento su plan de entrega de viviendas previsto para 2021, pero aspira a duplicar en 2022 las 18.645 casas terminadas el pasado año, según trascendió este viernes a partir de la reunión de balance del Ministerio de la Construcción (Micons).

En el encuentro, presidido por el primer ministro del régimen, Manuel Marrero, y el viceprimer ministro y figura histórica del castrismo Ramiro Valdés, los dirigentes de la cartera detallaron que las principales limitaciones para cumplir el plan estuvieron relacionadas con la falta de materias primas de importación, el déficit de explosivos para las canteras y la caída de la producción física de materiales de la construcción.

Rene Mesa Villafaña, titular del ramo, informó que el plan de construcción de viviendas del presente año inició con mayores terminaciones y un mejor fondo en ejecución. 

El Micons, detalló el funcionario, controla 12 programas constructivos, y su sistema empresarial trabajó el pasado año en más de 300 obras, 86 de las cuales continúan en 2022.

El organismo se propone para 2022 elevar la producción de cemento hasta cerca de 1.400 toneladas e incrementar su venta a la población, así como “satisfacer la demanda de muebles sanitarios y enchape cerámico para las células básicas habitacionales planificadas”.

Marrero afirmó en el encuentro que el gobierno tiene “una gran insatisfacción” con el Programa de la Vivienda.

“Es uno de los temas que más preocupa y afecta a la población, y que siempre nos lo dicen cuando vamos a los barrios”, expresó el primer ministro en declaraciones recogidas por las plataformas informativas de la Presidencia del régimen.

Ya es hora, agregó, de “dar un cambio total a esa situación”: “Este balance tiene que marcar un antes y un después, el Ministerio de la Construcción tiene que asumir con todo su peso el papel rector en el Programa de la Vivienda”.

Para Marrero, si Cuba fue capaz de “inventar las vacunas para enfrentar la COVID-19”, debe poder hallar soluciones alternativas para la construcción de viviendas.

Los atrasos y problemas en ese sentido se deben a que muchos gobiernos locales no le están prestando al programa la atención que necesita, denunció, a la vez que instó a “convertir cada municipio en un gran productor de materiales de la construcción y, a través de la ciencia y la inteligencia que hay en cada localidad, generar y producir materiales alternativos”.

Las viviendas terminadas en 2021 representan un 58 por ciento de cumplimiento del plan previsto, y un 39 por ciento de las casas terminadas en 2020, cuando se otorgaron cerca de 48.000 viviendas, según cifras oficiales.

El régimen ha admitido que la vivienda es un problema no resuelto por la llamada “revolución”. Un reportaje publicado en 2019 en el portal oficialista Cubadebate reconoció que en el país existe un déficit habitacional ascendente a más de 1,3 millones de hogares.

 

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