El gobierno cubano se prepara para poner a toda marcha el polo turístico de Varadero, a pesar de que la pandemia del coronavirus sigue contagiando a miles en el mundo y hay un repunte de casos en la isla durante el último mes.
Durante una visita a ese balneario, el primer ministro Manuel Marrero pidió dejarlo listo para cuando se reactive el tráfico internacional de turistas y elogió la reparación capital del Centro de Convenciones Plaza América y la construcción del bulevar de Varadero, un espacio que marcará el desarrollo del balneario, dijo.
Acompañado por Juan Carlos García Granda, ministro del sector, y por Mario Sabines Lorenzo, gobernador de Matanzas, Marero exigió acelerar el ritmo constructivo en el Parque Josone y en otros espacios nuevos en la famosa península.
Ivis Fernández, delegada del Ministerio del Turismo (Mintur) en Matanzas, lo puso al tanto de las operaciones en las 15 instalaciones que acogen en estos momentos el turismo interno, con una media diaria de algo más de 5 000 alojados, y aseguró que la percepción de riesgo ha ido creciendo entre los clientes y los propios trabajadores, algo favorable para evitar el contagio de la COVID-19.
Sin embargo, los métodos para lidiar con la pandemia en Varadero parecen estar lejos del rigor que proclaman las autoridades cubanas. El pasado 12 de agosto, Durán informó de un ciudadano positivo a la COVID-19 procedente del municipio Matanzas, cuya fuente de infección se investiga.
ADN Cuba supo que se trata de un paciente de 22 años de edad, bailarín en uno de los hoteles del lugar (Tuxpan, según confirma un oficial del Ministerio del Interior que prefirió mantener el anonimato).
De los siete contactos de esa persona mantenidos en vigilancia, dos resultaron positivos tras el PCR. Pese a ello, Francisco Durán, director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública omitió la información en la conferencia de este domingo y solo dio a conocer un caso de la provincia de Matanzas: una ciudadana de 79 años, específicamente del municipio de Cárdenas, que viajó reciente a La Habana en busca de paquetería.
Como es sabido, el turismo es una de las principales apuestas de la gestión del mandatario Miguel Díaz-Canel para impulsar la endeble economía cubana. Por ello, aún en tiempos de pandemia, se estimula la construcción de grandes hoteles tanto en La Habana como en Varadero, principales polos turísticos del país.
No obstante, la expansión de la COVID-19 ha frenado el turismo a nivel global y Cuba no ha escapado de ello. Desde la reapertura de los islotes que bordean el archipiélago nacional el pasado primero de julio, solo han arribado cuatro turistas provenientes de Nassau, Bahamas, que se albergaron en el hotel Pullman de Cayo Coco.
Como se esperaba, la mayoría de los turistas que ocuparon Varadero procedían de La Habana, provincia más afectada por la pandemia, que regresó recientemente a la cuarentena.