Seguridad del Estado ataca a animalistas por su activismo

Un artículo en la web Razones de Cuba, de la Seguridad del Estado, considera que varios de los activistas por los derechos animales más visibles sólo buscan ganar adeptos contra "el proceso social cubano", en detrimento de la causa animalista
Protesta de animalistas frente al Minag
 

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La Seguridad del Estado está enfrascada en deslegitimar el movimiento animalista que se ha articulado en Cuba al margen del gobierno totalitario y para ello acude a sus prácticas de siempre: fragmentación, cooptación y asesinato de reputación de activistas y ciudadanos destacados de la sociedad civil independiente.

En tal sentido, este martes publicó en el sitio web Razones de Cuba, el cual gestiona de manera abierta, un extenso artículo de Sandy Mag Fonseca, quien se identifica como activista por los derechos de los animales, pero dice desaprobar el activismo de animalistas como Beatriz Batista, Omar Mena y Leidy Laura Hernández.

Según este, “los animales son la prioridad” y la causa animalista en Cuba “corre peligro” por el activismo de personas que, amparados en la presunta defensa de los derechos de los animales, buscan el cambio de régimen en el país y son contrarios a la pretendida revolución.

Para probar su punto, el tal Mag Fonseca se basa en audios descontextualizados donde varios animalistas muestran su desaprobación y desacuerdo con el rol del villaclareño Javier Larrea como rostro más visible de la causa animalista. 

Para Mena, Larrea se ha convertido en lo mismo que las instituciones oficiales, al punto de que apoyará todo lo que oriente el Estado, y ello, a su criterio, va en contra del auténtico espíritu de la causa animalista.

En estas controversias el articulista de la Seguridad del Estado ve “claros” indicios de que personas como Mena y su pareja Leidy, así como Beatriz Batista, no buscan el bienestar animal, sino el fin del “proceso social cubano”.

De la última el artículo señala que “desde La Habana lleva años liderando el movimiento animalista para ganar adeptos contra el proceso social cubano”.

“Beatriz es una joven de recursos monetarios que no esconde sus impulsos políticos contra el gobierno cubano afectando grandemente la causa animalista y articulándose con personas como Yasser Castellanos, uno de los ‘huelguistas’ de San Isidro, para que sea una lucha cada vez más reaccionaria y cada vez menos animalista”.

Nada dice el artículo del órgano represivo del régimen, sin embargo, de las amenazas de las que han sido objeto Beatriz y otros animalistas de la sociedad civil independiente desde perfiles falsos en Facebook y números celulares ocultos o enmascarados. Amenazas que refieren, incluso, futuras agresiones y afrentas a la integridad física.

Desde la lógica del artículo y su supuesto autor, así como del video que lo acompaña en la web, los animalistas que se manifestaron frente al Ministerio de Agricultura y arrancaron al régimen la promesa, cumplida, de aprobar el decreto ley de bienestar animal antes de que acabara febrero, sólo buscaban reeditar el episodio del Ministerio de Cultura y hacer de la causa animalista otro frente desde el que subvertir al gobierno.

Para el régimen y sus adeptos, todo aquel que se oponga y no manifieste satisfacción o silencio ante lo estipulado no puede estar guiado por intereses nobles y legítimos, sino por “mezquindades” que buscan dañar el supuesto espíritu humanista de la aún llamada “revolución”. Esa que, destacó con poca agudeza intelectual el articulista, como si no fuese algo necesario y normal en cualquier latitud, permitió “incluso” las consultas veterinarias privadas para animales afectivos.

 

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