Presos políticos denuncian pésimas condiciones en cárcel del régimen

Presos políticos denunciaron la existencia de pésimas condiciones en la prisión 1580 de La Habana aún en medio del rebrote de la pandemia de coronavirus
Prisión 1580
 

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Presos políticos denunciaron la existencia de pésimas condiciones en la prisión 1580 de La Habana aún en medio del rebrote de la pandemia de coronavirus, que forzó la adopción de medidas adicionales y más estrictas por parte de las autoridades del régimen en la capital.

La denuncia de los presos fue canalizada a través de Lucinda González Gómez, esposa del preso político Silverio Portal. Según contaron a ésta, “la escasez de agua dentro del penal ha causado gran fetidez en los baños del mismo”, al tiempo que se han incrementado los casos de escabiosis (sarna) entre los presos.

No tienen forma de aliviar esta dolencia, por lo que varios presos se acercan con miedo a quejarse con los políticos para que saquen la denuncia, precisó González en un texto explicativo de la misma, el cual envió junto con grabaciones de sus conversaciones telefónicas con los reclusos a ADN Cuba.

“Se quejan del mal estado de los alimentos, la falta de medicamentos y el mal olor que existe entre los mismos presos, y los presos políticos se quejan de que no tienen privacidad para hablar por teléfono. Cuando les permiten hablar tiene que ser con un guardia delante de ellos”, agregó.

A modo de protesta por esta especie de bloqueo de las llamadas de los prisioneros, el preso político Wuarfrido Rodríguez Piloto decidió iniciar una huelga de hambre. Según comentó a González el activista de derechos humanos Yulio Ferrer Prado, miembro del Movimiento Cívico Orlando Zapata Tamayo y también recluido por motivos políticos, el mayor Hanoi Arencibia le tiene bloqueadas las llamadas a su familia a Rodríguez, sólo porque “él le dice la verdad al mundo de lo que pasa en la granja, convertida en un campo de concentración”.

Además de denunciar las malas condiciones del penal, ubicado en el municipio San Miguel del Padrón, González lamentó llevar muchos días sin hablar con su esposo Silverio Portal. Su última conversación fue el 27 de junio, cuando éste le llamó con una oficial para informarle que el oftalmólogo le dijo que estaba perdiendo la visión debido a las isquemias transitorias que le están dando con frecuencia.

Ante la falta de comunicación, González exige al régimen una prueba de fe de vida de su esposo, al cual no ve físicamente desde el 7 de febrero. “El pueblo cubano clama y reclama libertad y justicia, Libertad inmediata para todos los presos políticos y, como siempre digo, PROHIBIDO OLVIDAR”, concluyó González.

 

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