Preso político corre peligro de muerte en cárcel de máxima seguridad

Javier Delgado, quien protestó en Caibarién en julio, perdió un brazo en prisión, padece una enfermedad cardiaca y necesita oxígeno para respirar.
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El preso político cubano Javier Delgado perdió un brazo en prisión, padece una enfermedad cardiaca y necesita oxígeno para respirar, denunció este 14 de febrero la opositora cubana Rosa María Payá.

El médico del la cárcel de máxima seguridad de Guamajal, Villa Clara, confesó a su hija que en la cárcel no había condiciones para que sobreviviera, por lo que corre peligro de muerte, añadió la promotora de la plataforma Cuba Decide.

Delgado es uno de los cinco manifestantes de Caibarién que el 4 de enero fueron sentenciados a prisión por participar en las protestas del 11 de julio. En su caso, el tribunal dictó tres años y seis meses de cárcel como sentencia.

“A Javier lo que le funciona es un tercio de su corazón”, explicó Guillermo del Sol a Radio Martí el 12 de febrero. “Es una persona que depende de oxígeno y me imagino que con todas las vejaciones que ha sufrido en estos siete meses [se encuentra peor] aún a sabiendas, porque la propia Seguridad del Estado, la política, conoce la situación real que presenta Javier de salud”.

De acuerdo con lo dicho por Del Sol, cuando el médico del penal vio la historia clínica de Delgado Torna, se percató de que “la situación es real y bien grave, dice que tiene que ser evaluado por una comisión de cardiólogos”.

Según la sentencia 137 de 2021, oficiales de policía que testificaron en el juicio dijeron que José Rodríguez Herrada, junto a Carlos Michael Morales y Delgado lideraban a un grupo de personas que “proferían consignas contra el gobierno” e incitaban a otros vecinos a unirse a la marcha en Caibarién.

Los tres acusados reconocieron su participación en la demostración, “sin que tuvieran algún enfrentamiento ni con los órganos policiales, ni con los revolucionarios”, pero no admitieron haber sido los protagonistas de la protesta, sino que “se sumaron a un grupo de jóvenes que ya habían iniciado tales actos”.

La organización independiente de asesoría jurídica Cubalex cifra en 1377 las personas detenidas en Cuba a raíz de esas protestas. De ellas, al menos 727 permanecen en prisión, incluidos 15 menores de 18 años.

La Físcalía General de la República, tras más de seis meses de silencio sobre los procesos a los manifestantes, aclaró que 790 de ellos están en la cárcel con medida cautelar de prisión provisional.

Unos 55 procesados tienen entre 16 y 18 años, por lo que, según la Convención sobre los Derechos del Niño, son menores de edad. De ellos, 28 fueron “asegurados” con la medida cautelar de prisión provisional.

Asimismo, 60 acusados tienen entre 19 y 20 años, y 41 se encuentran en prisión provisional. Hasta la fecha, el régimen de La Habana reconoce haber realizado 84 juicios contra presos políticos del 11J, en los que han sido sancionados 172 acusados.

 

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