La historiadora y curadora de arte cubana Carolina Barrero, afirmó que el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) concluyó “entregando solo más represión y violencia a los ciudadanos” de la isla. La joven integrante del grupo 27N, cuestionó además que la cita partidista fue abordada “con frivolidad por parte de la prensa internacional”.
“(…) el Congreso ignoró las necesidades de la gente. Los miembros del Partido no trataron ninguno de los muchos problemas que enfrenta la nación en la actualidad. Solo entregaron más del mismo discurso vacío, repetido durante décadas como una narrativa aburrida desconectada de la realidad. Es una fachada hueca, una simulación del poder que ya no tienen, que muestra lo débil que es la administración, lo insostenible que es la situación”, refirió Barrero en un texto de su autoría publicado este 20 de abril en The Art Newspaper.
La historiadora, acosada constantemente durante los últimos meses por la Seguridad del Estado, criticó además que el Congreso sesionara a puertas cerradas y la televisión estatal solo transmitiera fragmentos editados. “Una inaceptable falta de transparencia”, señaló.
Barrero opinó que “el único resultado relevante fue la renuncia de Raúl Castro como Primer Secretario del Partido, dejando el cargo al presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez”, aunque reconoció que se trata de “un cambio predesignado y que “no se realizó ninguna votación” real.
La integrante del grupo 27N condenó el acoso de la policía política contra artistas, periodistas, intelectuales y activistas a favor de la democracia en el país, a quienes se les impuso arbitrario arresto domiciliario durante varios días y se les corto el acceso a Internet.
Barrero denunció que la conferencia Arte, Activismo y Censura en Cuba, a cargo de la artista Tania Bruguera y auspiciada por el Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard, fue bloqueada por cortes de internet.
En el artículo de Barrero, titulado “Un congreso débil y el levantamiento de la poesía en Cuba”, se exponen además los recientes atropellos contra el artivista Luis Manuel Otero Alcántara, coordinador del Movimiento San Isidro (MSI) y la poeta Afrika Reina, quienes fueron “sacados violentamente de su casa mientras realizaban una actuación de cinco días paralela al Congreso”.
“Todos los días, Otero Alcántara planeaba sentarse voluntariamente durante ocho horas con los brazos atados a la espalda en una silla de garrote, un dispositivo utilizado para ejecutar a los esclavos rebeldes durante la época colonial. Luego del primer día, agentes estatales allanaron la sede del Movimiento San Isidro por segunda vez en seis meses. Los artistas fueron detenidos violentamente, sin zapatos ni máscaras, mientras los agentes destruían las pinturas y esculturas de Otero Alcántara”, detalló.
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Barrero expresó que mientras el VIII Congreso del Partido Comunista del régimen castrista ignoró las verdaderas problemáticas del país, el grupo activista 27N publicó un manifiesto que resume sus objetivos para el futuro. “El documento va más allá del propósito tradicional de los manifiestos históricos, describiendo más que la naturaleza del grupo o sus aspiraciones, genera un ahora para el debate público y el surgimiento de una ciudadanía empoderada”, aseguró.
“(…) el manifiesto 27N eleva el debate a un escenario fresco, plural y abierto, dando un salto desde la política de la guerra fría del siglo XX, para enfrentar los desafíos del mundo actual. Prevé un país donde todos los ciudadanos participan activamente en los asuntos públicos y nadie es perseguido por sus pensamientos. Cree y defiende el pluralismo y la diversidad como la clave del crecimiento: espiritual, cultural, social, económico, político y, por supuesto, natural (…)”, reconoció.
Barrero concluyó su texto afirmando que “frente al caparazón vacío y agrietado del Partido Comunista, se encuentra una fuerza viva, robusta y vigorosa para el cambio en Cuba, inspirada en el humanismo y el poder de la poesía y el arte para despertar la conciencia y la voluntad humana”.