Unos 122 médicos cubanos enviados a Panamá, a enfrentar el coronavirus, permanecerán dos meses más en ese país, a pesar de la polémica que su presencia ha generado.
La noticia fue divulgada por el Ministerio de Salud de Panamá (Minsa). Los especialistas pertenecen a un contingente mayor de 230 que Cuba envió a finales de diciembre de 2020.
Esta extensión sucede gracias a las solicitudes de “directores médicos de varias instituciones de salud y en consulta con sociedades médicas especializadas del país, en cuanto a la disponibilidad inmediata del recurso humano nacional”, dijo Prensa Latina.
El comunicado emitido por el Minsa dispone que solo se quedan los médicos especialistas, no así los enfermeros, médicos generales u otros. Además, recalcó que no admitirán más cubanos especialistas, lo cual impide que el régimen cubano brinde “más apoyo” a esa nación.
Según especifica la estatal agencia de prensa el pasado 2 de abril unos 105 médicos regresaron a Cuba luego de trabajar durante tres meses en hospitales panameños.
Por otra parte, Panamá reportó en su último informe unos 198 contagios y tres muertes. Hasta la fecha unas 622 mil 720 dosis de vacunas han sido administradas contra la COVID-19.
Médicos cubanos en Panamá generan polémica
Trascendió en febrero último que Panamá pagará, directamente a La Habana, $1.9 millones por los tres meses de servicios de los 220 médicos cubanos del contingente internacional Henry Reeve.
La mayor preocupación de muchos panameños es la contratación de personal sanitario externo cuando médicos de ese país están desempleados.
Luis Francisco Sucre, ministro de Salud, dijo que de 420 médicos generales panameños convocados por el ministerio de Salud, solo 95 aceptaron entrar al sistema y que la contratación del personal cubano no se dio por la falta de médicos generales, sino por falta de especialistas.
El ministro dijo que el convenio estipula que el pago de estos especialistas en medicina interna, neumología, cardiología y terapia respiratoria, además de enfermeras y asistentes, se hace "de país a país".
La llegada de los cubanos generó opiniones de todo tipo, especialmente contrarias a la decisión. Por ejemplo, la Comisión Médica Negociadora Nacional dijo que no se opone pero que deberían priorizar la contratación de médicos nacionales disponibles.
El directivo Julio Osorio, de esta entidad médica señaló que lo primero es terminar de pagarles a los médicos que le han dado la cara a la COVID-19 desde hace meses. La población panameña también se cuestionó cómo le pagarán al personal extranjero contratado.
Osorio consideró que también se deben nombrar 200 médicos generales panameños que se pueden entrenar, por ejemplo, para ayudar en las unidades de cuidados intensivos. El Minsa debe cumplir con el pago a los profesionales de la salud y, además, dotarlos de los equipos de protección personal adecuada.
En medio de la pandemia la dictadura cubana ha llenado sus arcas enviando a su personal sanitario hacia otros países afectados por el virus. En este contexto unos 15 países han recibido la “ayuda solidaria” del régimen caribeño.
La exportación de médicos cubanos está considerada como una forma de esclavitud moderna, los profesionales de la salud cubanos son coaccionados y explotados por el gobierno. Al cierre de 2019 unos 28 mil cooperantes estaban diseminados en 61 países, alejados de sus familias, sufriendo pésimas condiciones y cobrando una ínfima parte de los salarios que les corresponden.