Mildred Matheny había sido secuestrada, abusada sexualmente y golpeada en 1985 cuando salió de su casa ubicada en Lake Worth. La mujer, que para ese entonces tenía 78 años, sufría de demencia.
La mujer murió 11 días después del secuestro a causa de las heridas que recibió. Luego de 36 años y gracias a una muestra de ADN que recolectaron en el hospital, el sospechoso logró ser identificado.
Mateo Cello, analista legislativo para una organización que aboga por mejorar la manera y velocidad en que los kits de violaciones con muestras de ADN sean procesados, dijo estar decepcionado del sistema judicial.
“Cómo puede ser que una evidencia tan importante no sea analizada por 30 años digamos. Demuestra que el sistema judicial no toma los crímenes de abuso sexual lo suficientemente serio y este no es un caso aislado hay miles y miles de Kits sin analizar en todo el país”, señaló Cello.
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Según los investigadores, la última vez que la mujer fue vista fue en una intersección aproximadamente a media milla de donde vivía y varios vecinos dijeron haberla visto montándose en un carro para ese entonces.
No hubo sospechosos a la hora del crimen, a pesar del retrato hablado que existió. El mes pasado los científicos forenses del condado enviaron las muestras guardas a la base de datos de ADN de la Florida.
“El objetivo es intentar obtener lo que en inglés se llama un Match que coincida el perfil que uno subió con el perfil de alguien que ya está en el sistema por haber cometido otro crimen”, indica Cello.
El objetivo se cumplió y se pudo detener a Richard Lange, que en aquel entonces tenía 25 años. Fue arrestado por las autoridades y presentado en la corte de fianza.
Lange, a quien el juez le negó la fianza, enfrenta cargos de homicidio en primer grado, secuestro y asalto sexual.
Desafortunadamente el único hijo de la víctima no llegó a ver la justicia, ya que murió en enero.