Al cantautor y humorista cubano Alejandro García Villalón, conocido artísticamente como Virulo, el régimen cubano le ha financiado un videoclip de gran producción, varios escenarios, decenas de cantantes y bailarines invitados, drones y todo eso en medio de la pandemia y un agravamiento de la crisis económica. ¿El motivo? Porque en la canción por encargo de la dictadura, Virulo critica a Donald Trump y trata de emparentar el descontento popular y al activismo pacífico en la isla, con supuestos planes de Estados Unidos para derrocar al castrismo.
De ser un artista emigrado desde hace mucho a México, el trovador ha regresado ahora a cobrar del Ministerio de Cultura del régimen, por participar en las campañas de manipulación política.
Pero en tiempos de redes sociales en Cuba, las complicidades, cinismos e hipocresías de los privilegiados por el poder no pasan desapercibidas. Y bien lo sabe ya Virulo, quien fue cuestionado por el académico y periodista cubano José Raúl Gallego, cuando el autor de la infame Con Cuba no te metas, publicó el video en su Facebook.
“¿Cuando usted habla de que los que le hacen los mandados a Trump han formado un titingó porque se va a acabar el dinero, se está refiriendo a las personas que hicieron la huelga de hambre en San Isidro exigiendo la libertad de Denis Solís y a las más de seiscientas personas que espontáneamente (aquí sí de verdad, no como los actos de repudio convocados por el gobierno) se concentraron frente al Mincult el 27 de noviembre pidiendo libertad de expresión y de creación?”
Ante ese directo e inesperado cuestionamiento del periodista, el cantautor responde evadiendo, con otra pregunta: “¿Eso fue lo que usted interpretó?”
“De esa parte sí Virulo, pero por eso le pregunto a usted directamente (…) Pues sería muy triste que una persona talentosa como usted se haya quedado solamente con la versión manipulada del Noticiero que intenta conectar con un factor externo, lo que en realidad es el resultado del hartazgo colectivo ante la mala gestión de una cúpula gobernante que durante sesenta años le ha negado a los cubanos derechos fundamentales”, replicó Gallego, estudiante de doctorado en la Universidad Iberoamericana (México).
Aludiendo a un verso de la canción, en el que el compositor se refiere a Trump, Gallego riposta que “el problema [de los cubanos] no es 'el anaranjado', sino “la cúpula verdeolivo”.
“En ese sentido, es muy triste que usted haya dado esa canción a quienes suspendieron el diálogo que pedían esos jóvenes, y que su canción sea usada como la banda sonora de los próximos actos de repudio a personas buenas que no se están metiendo con 'Cuba' Virulo, sino que están plantándole cara al Gobierno de Cuba (son dos cosas muy muy diferentes) para exigir cuestiones que harían mejor a Cuba y a los cubanos”.
Pero el humorista, continúa con evasivas, y evita asumir o negar su complicidad con el castrismo. Luego de continuar su cantinela de que Trump sería un “peligro” para la isla, vuelve con la idea de que “los problemas de Cuba los resolveremos los cubanos, sin que nadie se meta”.
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José Raúl Gallego, mostrando paciencia y aplomo, continúa desenmascarando a Virulo: “lo que le pregunté desde el inicio (…) Tiene que ver con que su canción tiene una estrofa donde repite el discurso del gobierno cubano de que las personas que han protestado en las últimas semanas son 'los que hacen los mandados a Trump' y su videoclip viene producido y costeado por los mismos que han sostenido ese discurso. Le pregunté directamente si eso es lo que dice su canción y usted me responde con otra pregunta, evadiendo, lo que evidentemente confirma lo que le digo”.
“Trump llegó hace cuatro años y se va en un mes. La cúpula causante de los verdaderos problemas [de Cuba] llegó hace sesenta años y si los dejamos se van a quedar otros sesenta. ¿Cuándo le vamos a hablar claramente a esa?”, terció muy claro Gallego.
“Que diplomáticos estadounidenses y europeos hayan expresado su preocupación por la forma arbitraria en que el Gobierno cubano trató a los que hicieron la huelga de hambre en Damas 955, no es 'meterse con Cuba', es interceder por personas en situación de vulnerabilidad en un país donde no existe el Estado de Derecho y por tanto las leyes no les garantizan su protección. Y tiene que tener cuidado, Virulo, porque su 'No te metas' puede ser muy parecido al del marido abusador que le dice a los vecinos 'No te metas' mientras le entra a golpes a su mujer. Y si vamos a nivel interno, en Cuba y con Cuba tenemos que 'meternos' todos los cubanos, pero ese gobierno que pagó su conga, nos llama a unos ex cubanos, mercenarios, traidores y se agarra de lo que encuentra para sacar del debate a todo aquel que discrepa. Es por eso que llevamos sesenta años sin que los cubanos (todos) podamos resolver los problemas de los cubanos, como usted dice”.
El joven periodista y académico cubano, sin cortapisas, definió el lugar de la historia que ha escogido Virulo: con la canción “usted se ha puesto, en un momento bien triste, del lado de los mismos que le han censurado espectáculos y que ahora encierran en sus casas, interrogan y golpean a jóvenes que solo estaban reclamando sus derechos, nada más. Por eso es Virulo, que tanta gente que respeta su trabajo y que lo sigue, lo ha criticado como estoy seguro que nunca le había ocurrido en su carrera, al menos no por parte de la gente común y no de los burócratas y vividores”.
Ante tal andanada de verdades, Virulo respondió educadamente, pero dando sorprendente muestra de elitismo y desprecio por el público: “Las críticas que me han llegado eran las que esperaba, y de la forma en que las esperaba. (…) Agradezco que tú no seas así, y aunque no estemos de acuerdo escribas correctamente y con buena ortografía (sic)”.
Pero José Raúl Gallego, otra vez, puso los puntos sobre las íes: “La ortografía y la buena escritura es un privilegio que tengo por mi profesión y mis estudios, en Cuba y en México, donde no solo estudio gratis, sino que me pagan por estudiar sin que nunca me lo hayan sacado en cara ni exigido 'fidelidad y agradecimiento' [como el castrismo] a cambio de ello. Pero aunque fueran diciendo 'haiga' y con una redacción enrevesada, ello no tendría que invalidar la esencia del planteamiento”.
“El gobierno cubano cada día más, para defender posiciones indefendibles (como esta de excluir del diálogo a otros cubanos, que es el mensaje latente de su canción, aunque usted diga que no) tiene que acudir mayormente a personas sin talento y oportunistas, porque la gente buena ya no quiere hacerle el juego. Y eso es bueno, porque es una muestra de la bancarrota simbólica en que se encuentra el sistema. Pero cuando entran en escena gente talentosa como usted, pues uno no puede más que lamentarlo. Usted sabe que en Cuba no hay democracia Virulo. Usted sabe que hay censura y represión. Por eso quizá nunca se burló abiertamente en una canción de las barbaridades de Fidel Castro o de las tonterías de Díaz-Canel diciendo que la limonada es la base de todo, como si lo ha hecho directamente de Fox y de Trump (…), porque sabe que el día que haga esa canción no vuelve a entrar a Cuba y se acaban los conciertos en el [teatro] Karl Marx”.
El periodista terminó diciendo al humorista que satiriza con lo que le conviene, que no entiende que preste su talento “para tirarle a los que pasan por encima de ese miedo y desafían al mismo que obliga a otros a quedarse callados”.