Carlos Manuel Álvarez: Fidel Castro me parece una figura dañina, mentirosa y narcisista

“Yo escribí su obituario en 2016 y un poco decía que las sensaciones que podía inspirarme Fidel Castro, que yo vi ya con juicio propio, era un Fidel Castro viejo, decrépito, nada que ver con la figura histórica imponente, agresiva o amada por generaciones anteriores”, expresó el joven escritor
 Fidel Castro. Foto: Charles Platiau / Reuters
 

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Carlos Manuel Álvarez, quien permanece bajo el constante acoso de la policía política por sus frontales críticas al régimen y denunciar las arbitrariedades que prevalecen en la isla, ofreció una entrevista a Noticias 22 Digital, donde opinó sobre cómo ve la situación de Cuba bajo la presidencia de Miguel Díaz-Canel, lo que simboliza el Movimiento San Isidro y su relación con el castrismo, entre otros temas.

“Luego de ser detenido en dos ocasiones sin conocerse por horas su paradero, tras su participación en el Movimiento San Isidro, Carlos Manuel Álvarez, escritor y periodista cubano, reflexiona acerca del estado de su país de origen, la figura totémica de Fidel Castro y lo que la disidencia significa para el gobierno actual”, publicó el citado medio mexicano.

Ante la interrogante, del “proceso en el que adquiere una conciencia política frente al régimen” y su “relación con el castrismo”, el confundador y director de la revista cubana de periodismo literario en línea El Estornudo, respondió:

“La conciencia política se va adquiriendo con la realidad, básicamente. A veces no tienes que hacer demasiadas cosas, la evidencia de lo real es tan ineludible y tan absoluta que la negación del castrismo está en los hechos, más allá de un programa político específico, más allá de que luego trates de desarrollar una conciencia política más sofisticada. Lo que sucede diariamente niega de manera rotunda la especie de realidad paralela que construyen los medios de comunicación y que se construye alrededor de la figura de Fidel Castro, el relato histórico también que se viene manejando, porque la historia no es una entelequia muerta, sino que tiene muchas maneras vivas de expresarse y la manera en que se expresa la historia niega rotundamente el modo en que esa historia está contada”.

“Uno se va haciendo preguntas y esas preguntas te van llevando a tomar distancia y luego a poner en discusión la figura que es Fidel Castro, y de ahí hacia abajo, todo lo demás, hasta ponerte en discusión a ti mismo, pasando por la familia, por las instituciones, por las escuelas, por las amistades, en fin, la crisis política es siempre una crisis personal también, ¿no? Y, obviamente, una figura como él entra en juego en ese proceso de crecimiento individual hasta llegar a… bueno, no hay ningún rastro de afecto a la figura de Fidel Castro”, añadió el joven escritor, incluido en Bogotá39, una lista de los 39 escritores menores de 40 años más prometedores de América Latina.

Álvarez, precisó además: “Yo escribí su obituario en 2016 y un poco decía que las sensaciones que podía inspirarme Fidel Castro, que yo vi ya con juicio propio, era un Fidel Castro viejo, decrépito, nada que ver con la figura histórica imponente, agresiva o amada por generaciones anteriores. Y decía que mi relación con ese Fidel Castro totémico, pasaba a través de terceros; por ejemplo, el amor que podía tener mi padre o el odio justificado que podía sentir hacia él alguien como Reinaldo Arenas y, curiosamente, después de muerto y de ver cuán latente está el daño de la cultura del castrismo en Cuba, mi relación con Fidel Castro en los últimos años ha sido más viva que nunca. Es una relación que se establece desde la rabia y, sobre todo, desde el desprecio —porque la rabia no es necesariamente un sentimiento negativo, de hecho, yo reivindico la rabia todo el tiempo—, cada vez me parece más una figura simplemente ególatra, enfermizamente narcisista y extremadamente dañina, mentirosa, camaleónica y una figura que se degrada casi sin ninguna complejidad. A mí Fidel Castro cada vez me parece más simple y más vulgar en su mandato. No puedo decir otra cosa”.

El pasado 23 de diciembre el Comité para la Protección de los Periodistas, conocido como CPJ por sus siglas en inglés, advirtió que “las autoridades cubanas deben dejar de acosar e intimidar al periodista Carlos Manuel Álvarez y permitir que todos los miembros de la prensa informen libremente”.

“Las autoridades cubanas deben cesar de inmediato su sostenida y feroz campaña de hostigamiento contra el periodista Carlos Manuel Álvarez”, dijo la investigadora principal del Programa Centro y Sudamérica del CPJ Ana Cristina Núñez. "Cuba tiene el ambiente más hostil de América para la prensa, y el acoso continuo a periodistas que hemos visto allí en las últimas semanas indica que, contrariamente a la propaganda del régimen, la situación está empeorando", criticó.

Agentes de la Seguridad del Estado “han acosado repetidamente a periodistas desde que comenzaron las protestas afiliadas al Movimiento San Isidro a fines de noviembre, como lo ha documentado el CPJ”, se publicó en el sitio web del Comité.

Los textos de Álvarez han aparecido en El País, Gatopardo, La Nación, Clarín, The New York Times, El Malpensante, Letras Libres, Huffington Post México, GQ y Vice. Es autor de los libros: La tarde de los sucesos definitivos (2014); la colección de crónicas La tribu: retratos de Cuba (2017); y, la novela Los caídos.

 

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