La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha puesto en su lugar al régimen cubano con 19 resolucines en los últimos 15 meses.
En un resumen publicado por la ONG Prisioners Defenders (PD) señala que el último llamado de atención que recibió Cuba fue el pasado 13 de julio, cuando cuatro relatores y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria acusaron a al régimen por perseguir la libertad religiosa, destruir iglesias y afectar, por motivos de discriminación religiosa, la vida de más de 100 víctimas.
De acuerdo con PD, los funcionarios cubanos han recibido la orden de no responder a esta última resolución hasta tanto no fuera hecha pública por alguna entidad.
Esta organización solicitó respetuosamente a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que se pronuncie sobre las violaciones de derechos humanos en la isla.
"La justificación de esta petición es clara. Un paso adelante a favor del pueblo de Cuba y en contra de la Seguridad del Estado, presente en todas las denuncias de violaciones de derechos humanos en la isla, ubicaría y empoderaría al funcionariado moderado frente a ésta. El consenso ante unas declaraciones de la Alta Comisionada contra las fuerzas represivas de la Seguridad del Estado, sería total dentro de la isla, y sorpresivamente para algunos, no para Prisoners Defenders, también dentro del atado y atemorizado funcionariado del Estado.
El pasado 3 de julio, Ariel Ruiz Urquiola, científico cubano, pudo comparecer en la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero fue interrumpido y saboteado por el representante diplomático del gobierno castrista y aliados internacionales.
Ruiz Urquiola, quien disponía de unos 90 segundos para su comparecencia en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza, fue interrumpido en tres ocasiones por la delegación cubana.
El científico denunció como "tráfico de personas" el negocio que el Estado cubano mantiene con el ofrecimiento de servicios médicos a otros países, en el que los profesionales reciben casi nada y laboran en condiciones de servidumbre.
La diplomacia del régimen lo atacó diciendo que Ariel estaba allí fraudulentamente, pero el vicepresidente de la comisión respondió que la acreditación fue hecha de manera correcta y permitió hablar a Urquiola que continuó diciendo que "los médicos cubanos son enviados con condiciones de trabajo desventajosas, violando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".
