La Iglesia católica de Cuba pidió este 20 de junio a las autoridades que revisen el “enfoque de género” de un programa educacional recientemente aprobado por el sistema educativo de la isla.
“Consideramos que es necesario informar a nuestro pueblo qué es el ‘enfoque de género’ y la ‘ideología de género’, en un lenguaje claro y sencillo, teniendo en cuenta las diversas concepciones filosóficas y religiosas, y en igualdad de condiciones”, asegura el mensaje de la Conferencia de Obispos.
Se trata del Programa de Educación Integral en Sexualidad con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos en el Sistema Nacional de Educación, elaborado en momentos en que una comisión estudia la posible aprobación del matrimonio igualitario en Cuba.
En su artículo cuarto, ese programa establece la necesidad de “fortalecer desde una visión holística y positiva de la sexualidad, el proceso de educación integral de la sexualidad con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos en las instituciones y modalidades educativas”.
La Iglesia católica se opuso públicamente a la posibilidad abierta por la Constitución de 2019 de incluir el matrimonio igualitario en el código de familia de la isla, una medida que no fructificó debido, en parte, a la presión de grupos religiosos.
En efecto: el anteproyecto de la actual constitución, aprobada en referendo el 24 de febrero de 2019, contemplaba en su artículo 68 que el matrimonio era la unión libre entre dos personas. No especificaba sexo, lo cual abría la puerta al matrimonio igualitario en la isla.
Durante el proceso de consulta popular, el artículo sobre el matrimonio fue uno de los que más polémica generó. De hecho, fue objeto de una feroz campaña propagandística por parte de iglesias y organizaciones evangélicas que se opusieron abiertamente a la posibilidad de que personas del mismo sexo contrajeran legalmente una relación conyugal.
Sin embargo, una comisión del Parlamento cubano debate un nuevo código de familia actualmente, por lo que la discusión sobre el matrimonio igualitario pude volver a la palestra pública y es posible que se incluya en el documento, luego de someterlo a un referendo.
La Iglesia católica, cuya oposición al tema es conocida, no tiene medios para exponer sus puntos de vista, ya que carece de periódicos y televisoras y de centros docentes en el sistema nacional de enseñanza.
“Pensamos que hay en Cuba hombres y mujeres capaces y de buena voluntad, que están dispuestos a compartir, en un diálogo respetuoso, sus reflexiones y proyectos por el bien de la familia cubana”, señalan los obispos.
El código de familias estaba previsto para discutirse en marzo de 2021, pero los efectos de la pandemia provocaron que se pospusiera su discusión hasta nueva fecha.