El Ministerio de Salud Pública de Cuba advirtió este 2 de diciembre que aún no está comprobado el contagio con la cepa Ómicron del coronavirus Sars-Cov-2 de un ciudadano cubano procedente de Sudáfrica, que dio positivo a la Covid-19.
El paciente se encuentra ingresado en el hospital Manuel Fajardo, ciudad de Santa Clara, y las muestras fueron enviadas al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, en La Habana, reveló a Prensa Latina Neil Reyes, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología.
“La certificación de la muestra demora cuatro o cinco días, por lo que las informaciones que circulan en las redes sociales de que el paciente es portador de la cepa Ómicron, son falsas”, precisó Reyes.
“El paciente arribó al municipio Placetas el 25 de noviembre procedente de Sudáfrica —dijo— y dio positivo a la Covid-19 tras la prueba de PCR, pero eso no quiere decir que esté infectado con la cepa Ómicron”.
El hombre, de 41 años, arribó de Sudáfrica el 25 de noviembre por el aeropuerto internacional de La Habana y luego se dirigió a Villa Clara, su provincia natal. En la tarde del 30 de noviembre se habían identificado seis contactos, entre ellos su madre, su esposa, el cuñado y vecinos de Placetas cercanos a la familia.
Surgida en la provincia Gauteng, Ómicron es el último linaje del SARS-CoV-2, y al parecer el más contagioso hasta el momento, aunque los científicos aún dudan sobre su peligrosidad y han hecho llamados de atención para no desatar el pánico.
De comprobarse, el arribo de esta variedad del coronavirus impondría un nuevo reto al sistema de salud cubano, tras recuperarse de una ola de contagios en el verano durante la cual los casos diarios llegaron a más de 9000, las peores cifras desde que se desatara la pandemia en la isla en marzo de 2020.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aseguró el 1 de diciembre que Cuba no cerrará fronteras ante la aparición de la variante ómicron del coronavirus, pero reforzará el control de viajeros internacionales.
Actualmente, el Ministerio de Salud Pública reporta a diario alrededor de 200 casos, con números de fallecidos que no rebasan la decena. Cuba vacunó a más de la mitad de su población —11 millones de habitantes— con los inmunólogos locales Soberana y Abdala, todavía sin el aval de la Organización Mundial de la Salud.