Yudinela Castro Pérez, madre del adolescente y preso político tras las protestas del 11 de julio Rowland Castillo, fue ingresada en el Hospital Clínico-Quirúrgico “Julio Trigo” de La Habana y “corre peligro”, según denuncias de activistas en redes sociales.
“Su vida corre peligro. Mamá del preso político Rowland Jesús Castillo Castro (…) se encuentra en el hospital Julio Trigo sin medicamentos y sin alimentos, lleva tres días que no come”, afirmó en Twitter Aurora Noa.
Salomé García Bacallao, miembro del grupo de trabajo sobre detenciones por motivos políticos Justicia 11J, compartió una de las denuncias hechas por Noa y pidió apoyar a la madre de Castillo, quien fue detenido siendo un menor de edad de 17 años, por manifestarse contra el gobierno el verano pasado.
“A todas las personas que se la pasan preguntando dónde están las madres de los niños presos políticos en cuba. Les toca hacer algo por Yudinela, madre de Rowland Castillo Castro, que cumplió 18 en prisión y está acusado de sedición esperando una sentencia de 23 años”, expuso García Bacallao en Facebook.
Explicó que “Yudinela es paciente de leucemia y ha sido sometida a más de una decena de intervenciones quirúrgicas, además de realizar varios ayunos por la libertad de su hijo en los últimos meses”.
Según Aurora Noa, la madre se encuentra ingresada en la cama 1 del piso 5. “Hace falta llamar a ese hospital +53 7 6438282 [y preguntar por] Yudinela Caridad”.
La madre de Rowland sintió fuertes dolores abdominales el domingo y esperó unas 12 horas a que enviaran una ambulancia, denunció el opositor Jesús Díaz Silva. “Cuando llegó al hospital Julio Trigo la tuvieron que subir para el salón de operación”, dijo en Facebook el activista.
Este lunes Yudinela tuvo unas palabras para su hijo prisionero, que publicó en Facebook: “Mi amor, cuánto quisiera hoy poder estar a tu lado. Quiero que sepas que sacaré fuerzas de donde no las tenga para seguir luchando tu libertad. Sabes que tu mami es fuerte y te garantizo q nada malo me sucederá...”
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El 14 de enero Yudinela Castro fue retenida durante varias horas por la Seguridad del Estado, que la sometió a otro interrogatorio.
A inicios de enero Castro se tatuó el nombre de su hijo en el antebrazo como protesta por la sanción de 23 años de cárcel con que pretenden castigar a Castillo. Las amenazas a Castro han sido continuas a raíz de sus demandas por la excarcelación de su hijo.
También fue interrogada el pasado 23 de diciembre en la unidad policial del Capri, en La Habana. Allí miembros de la policía política cubana le comunicaron que podría ir a prisión si continuaba con sus denuncias.
Los agentes le advirtieron que sus demandas solo empeorarán la situación de su hijo. El caso de Rowland Castillo trascendió a inicios de septiembre. El adolescente de 17 años es padre de un bebé de un año y el régimen cubano lo ha alejado de su familia por ejercer su derecho a manifestarse el pasado 11 de julio, cuando más de 60 localidades de Cuba se sumaron a las protestas antigubernamentales.