El joven Luis Robles Elizástegui, preso en una cárcel cubana por protestar contra el gobierno, depuso su huelga de hambre luego de que las autoridades del penal lo autorizaran a recibir los medicamentos que necesita.
La activista y opositora Anamely Ramos compartió una grabación con la voz de Elizástegui explicando su situación y agregó: “los abusos en las cárceles de Cuba son constantes. Un muchacho joven que se manifestó pacíficamente, un muchacho que no es violento ni le hace mal a nadie, no debería estar pasando este calvario”.
Cubanet había confirmado el 15 de febrero que Robles fue condenado a una celda de castigo por protestar contra los tratos inhumanos recibidos en la prisión Combinado del Este, ubicada en las afueras de La Habana.
Robles sufre de reflujo gástrico y lleva varias semanas sin tratamiento, pues no le han entregado el medicamento que le llevó su hermano.
El pasado 4 de enero la ONG Prisoners Defenders (PD) incluyó a Luis Robles Elizástegui (sin afiliación política) como uno de los nuevos Convictos de Conciencia en Cuba, “preso por manifestarse espontáneamente de forma irreprochable y pacífica en La Habana. El vídeo de su detención prueba que los cargos de Desacato y Desórdenes Públicos son completamente falsos”.
Robles Elizástigui se solidarizó con el Movimiento San Isidro (MSI) y Denis Solís, condenado por “desacato” luego de un juicio sumario sin garantías legales. El castrismo acusó al joven de atentar contra la “Seguridad del Estado”, cuando todo lo que hizo fue manifestarse el 4 de diciembre con un cartel en el boulevard de San Rafael, en Centro Habana.
El régimen lo acusa de violar el artículo 124 y siguientes del Código Penal cubano, que establece privación de libertad de 10 a 20 años o la muerte a quien viole el espacio aéreo, penetre clandestinamente en territorio nacional y organice o forme parte de grupos armados.
La multa por sostener un cartel pidiendo la libertad de Denis Solís fue de 1000 pesos cubanos, supuestamente al amparo del Decreto 272, artículo 11 del Código Penal cubano, que prevé sanciones por “afear el ornato público” con vallas.
Las imágenes de su protesta fueron ampliamente difundidas en las redes sociales. Como muestran las grabaciones, las personas a su alrededor hicieron una especie de cordón para protegerlo y a la vez repetían las consignas que este manifestaba pacíficamente.