La joven artista cubana Camila Lobón ridiculizó este 3 de junio a un grupo de vecinos que intentaron hacer un acto de repudio a su colega, Tania Bruguera, en la sede del Instituto de Artivismo “Hannah Arendt”.
Los vecinos fueron en comitiva, al parecer, acompañados por un agente de la Seguridad del Estado, que se mantuvo al margen del “momento de reafirmación revolucionaria”, sin decir una palabra.
Lobón, que estuvo presente en la manifestación del 27 de noviembre frente al Ministerio de Cultura, los trató con cordialidad y desarmó a una de las vecinas, protagonista del momento, quien intentó pronunciar un discurso lleno de consignas. Todo puede apreciarse en el video que subió a redes sociales.
Los actos de repudio son la variante cubana del pogromo o el escrache y consisten en que un grupo de partidarios del Gobierno cubano se reúne para gritar consignas políticas, descalificaciones morales y ofensas personales contra un desafecto, un disidente o un opositor.
En 1980 el Gobierno de Fidel Castro vive su primera gran crisis interna de legitimidad. Diez mil cubanos se amotinan en la Embajada de Perú para pedir asilo. En respuesta, Castro permite temporalmente la salida del país y más de 125.000 emigran a Estados Unidos entre abril y octubre.
Apodados "gusanos" y considerados traidores por el oficialismo, estos ciudadanos fueron el blanco de las turbas organizadas en los primeros actos de repudio.
Para contrarrestar las imágenes de los miles de cubanos que habían manifestado interés por abandonar el país, el Gobierno necesitaba de la movilización masiva de personas que se manifestaran públicamente a favor del régimen.
De aquellos tiempos sobreviven imágenes y vídeos en los que se observa cómo masas de ciudadanos pertrechados con pancartas y megáfonos acosan con golpes e insultos ("escoria", "lumpen", "antisociales", entre otros) a sus vecinos, compañeros de trabajo e incluso familiares que deciden partir a territorio enemigo.
Organizados por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), los actos de repudio tenían lugar por lo general frente a las casas de los "traidores" o en los puertos y aeropuertos el día de su partida.
Desde entonces, el gobierno cubano ha recurrido a ellos como medio para presentar su política de acoso a los opositores como una reacción “espontánea” del pueblo cubano.
Las Damas de Blanco —movimiento opositor surgido a inicios de la década del 2000 para exigir la libertad de los presos políticos—, organizaciones opositoras como la Unión Patriótica de Cuba, y los artistas asociados al Movimiento San Isidro han sido blancos recientes de estas manifestaciones de escarnio público.