Con alegre comitiva de bailarines, el aeropuerto internacional de Varadero “Juan Gualberto Gómez” recibió el primer vuelo turístico luego de permanecer cerrado siete meses a causa del coronavirus.
El vuelo llegó desde Reino Unidos con 250 pasajeros, según informa la prensa oficialista, a una terminal aérea “con todas las medidas higiénicas y de prevención garantizadas”, aseguró a la televisión local la delgada del Ministerio del Turismo en Matanzas, Ivis Fernández.
Según el director de la Corporación Aviación Civil Cubana, Julio Alberto Alonso, ya han llegado vuelos a los aeropuertos de Santiago de Cuba, Cayo Coco y Camagüey.
“El aeropuerto José Martí está preparado para reiniciar los vuelos comerciales. Se han mantenido durante estos seis meses los vuelos humanitarios y próximamente se dará la información de la reapertura”, agregó el funcionario sin dar más detalles.
El 1 de octubre el régimen anunció que reabriría parcialmente el país a vuelos internacionales ya que había controlado la pandemia, a pesar de que los números reportados durante los últimos días muestran que el coronavirus está lejos de ceder en Cuba.
En ese momento sólo La Habana, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus quedaron fuera de la reapertura, por los altos índices de infección. Actualmente se suma la provincia de Pinar del Río, en toque de queda por un rebrote que elevó las cifras totales de enfermos a más de 100.
Varias aerolíneas ya anuncian vuelos a Cuba, entre ellas Condor, Viva Aerobus, American Airlines, Iberia y Copa Airlines.
Actualmente Cuba recibe a vacacionistas canadienses, los cuales desde el 4 de septiembre llegan en vuelos semanales a los cayos del centro del país, donde se han creado las condiciones sanitarias y de seguridad para su estancia.
Ello incluye la realización de exámenes gratuitos para la detección del coronavirus SARS-CoV-2 (PCR) y protocolos de seguridad en las instalaciones hoteleras, las cuales han sido certificadas para atender el turismo internacional.
El turismo es la principal fuente de ingresos de Cuba y el régimen ha hecho todo lo posible por mantener el flujo en sus hoteles. Entre las medidas estuvo abrir las instalaciones a vacacionistas cubanos, pocos en general, pero preferibles a tener las habitaciones vacías.
La crisis económica agravada por el coronavirus dejó vacías las arcas del régimen, que busca por todos los medios cómo llenarlas. Entre las medidas de emergencia están la inauguración de tiendas en divisa en las cuales se vende al pueblo cubano productos de primera necesidad, como alimentos y aseo personal.