Carolina de la Torre Molina, madre de Johana Tablada de la Torre, la subdirectora del Departamento para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de Cuba, instó a “los odiadores” que ven enemigos en aquellos que piensan diferente a leer la Biblia o el Manifiesto de Montecristi, donde el Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, pudo convocar sin odios hasta la guerra.
“La mayor batalla no es entre cubanos de uno u otro lado, ni entre comunistas y capitalistas, blancos y negros, gay y heteros, jóvenes y viejos, etc. La peor batalla es contra las personas sin ética, sin motivaciones sociales, sin altura humana, sin valentía, sin respeto y sin un mínimo cociente intelectual. Estos últimos, si además padecen todo lo anterior, pueden destruir cualquier país”, escribió la psicóloga cubana este miércoles en su perfil de Facebook.
Ello, a propósito de los enfrentamientos entre cubanos por motivos ideológicos que se han visto en los últimos días, fomentados por el régimen de la isla y sus simpatizantes como respuesta a los reclamos de libertad de expresión y creación, así como de respeto a los derechos humanos, por parte de artistas y activistas.
“Que nos ilumine Dios o Martí; o mejor, Martí con Dios. Lean los odiadores la Biblia o el Manifiesto de Montecristi, donde, hasta la guerra, pudo sin odios, convocar Martí”, recordó de la Torre, quien ha participado desde sus redes sociales en los debates que se han suscitado a raíz de los acontecimientos de las últimas semanas en Cuba.
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Este martes, la madre de la reconocida diplomática del régimen criticó fuertemente el acto de repudio contra la reportera independiente Iliana Hernández.
En su Facebook, la señora compartió lamentables imágenes del ataque que recibió la opositora en su vivienda y escribió: "Yo no sabía ni quién era Iliana Hernández. Pero sí sé que nunca se ha resuelto nada que no sea descrédito, grosería y odio con los actos de repudio".
Luego lanzó varias preguntas al público: "¿Es verdad esto que he visto? ¿Las feministas más activas están tranquilas con este método? Qué desilusión".
Ya en octubre, la psicóloga de 73 años había lamentado el regreso de estos mecanismos de represión contra los disidentes de la isla.
"Si algún día alguien me ve en un acto de repudio, gritando e insultando a jóvenes que se quieran pacíficamente expresar, ni lo piensen: me amarran, me repudian de vuelta o me llevan a un hospital mental porque estaré fuera de mí", dijo entonces.
Además, recalcó su deseo de libre expresión en la isla, a pesar de las diferencias de criterio que puedan existir: "Quiero bienestar para mi país, no simpatizo nada con la derecha ni con Trump, he empeñado mi vida trabajando aquí y ni siquiera estoy de acuerdo con todas y cada una de las ideas de los que piensan diferente al gobierno, pero quisiera saber que se pueden expresar".