El artista cubano Hamlet Lavastida, encarcelado por las autoridades del país, sufrió Covid-19 y estuvo en confinamiento entre los días 2 y 7 de septiembre, reveló este 9 de septiembre su pareja, la artista Katherine Bisquet.
La joven recibió la noticia este jueves con varios días de retraso, luego de que el artista se comunicara por última vez el 24 de agosto y la familia pasara dos semanas sin saber nada de su estado, comunicó Bisquet en redes sociales.
“Sospechábamos que pasaba algo porque en tan largo silencio no se podía esperar sino las malas noticias. Pasaron 16 días sin que tuviéramos alguna información de Hamlet. La instrucción de Villa Marista no notificó a la familia o a mí o al propio abogado sobre el padecimiento de Hamlet”, agregó la artista.
Lavastida, de 38 años, está encarcelado en la sede del Órgano de Instrucción de la Seguridad del Estado —la policía política del régimen—, conocido coloquialmente como Villa Marista.
Fue detenido el 26 de junio, tras regresar de una residencia artística en la Kunstlerhaus Bethanien, en Alemania. El régimen cubano lo acusa de los delitos de “instigación a delinquir” e “incitación a la rebeldía”.
La Fiscalía aportó como pruebas de su presunta actividad criminal mensajes a colegas donde promovía marcar billetes con logos de los movimientos contestatarios MSI y 27N y sobre la que tuvo conocimiento la policía tras violar comunicación privada.
Durante estos tres meses de encarcelamiento, a Lavastida se le han negado un cambio de medida cautelar y tres apelaciones.
Antes de su reclusión, estaba en conversaciones con el museo Albertinum de Dresde, para su exposición y proyecto de investigación sobre la relación de la antigua República Democrática Alemana (este) con los países socialistas del tercer mundo.
Estas tres reconocidas instituciones, entre otras fundaciones y personalidades de la cultura, encabezan una solicitud de libertad para Lavastida, publicada en la plataforma Open Petition.
Sus obras reconstruyen la propaganda política y militar cubana. El artista se apropia de logotipos del Partido Comunista de Cuba (PCC), el Ministerio del Interior (MININT) o las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), denuncia el absurdo de estas marcas históricas, examina y desmitifica las herramientas de la propaganda oficial.