Fosas desbordadas y basura sin recoger. Así vive el coronavirus esta comunidad cienfueguera

La insalubridad de los barrios los hace más vulnerables en la situación epidemiológica que vive el país por estos días. En esta localidad de Cienfuegos tienen esa amenaza por todas partes.
Fosa desbordada
 

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En su columna Acuse de recibo, el diario estatal Juventud Rebelde dedicó parte de su espacio a la queja del a cienfueguera Rosa María, quien les escribió debido al desbordamiento de varias fosas y por un vertedero de desechos sólidos que afectan a la localidad donde reside.

Ella es vecina del reparto Pueblo Griffo, Edificio 28-B, apartamento 17, en la ciudad de Cienfuegos, y refiere que ha escrito a la redacción del diario del régimen porque ahí donde ella vive todos están muy alarmado con el vertimiento de aguas albañales de varias fosas, y con el vertedero de desechos sólidos (gigante y permanente) que se encuentra junto a una escuela de enseñanza primaria hace más de un año, "mucho antes de la contingencia del coronavirus".

Según Rosa el problema ha sido planteado reiteradamente en las asambleas de rendición de cuentas del delegado, quien ha mostrado gran preocupación por el mismo y lo ha trasladado a las instancias municipales, sin solución hasta ahora.

Cuenta también que ante esto, varios vecinos, entre los que se cuenta a la propia Rosa María, han ido a las instancias municipales y provinciales, "a quejarnos directamente por la desidia y morosidad con que este problema ha sido tratado", enfatiza.

Señala que lo único que han conseguido, "es que cuando el vertedero está sobredimensionado, envíen un equipo pesado de Servicios Comunales que, con su actuar, ha abierto un hueco profundo en medio de la calle, no pavimentada". Y toda el agua de las fosas y potable se mezclan y corren paralelamente calle abajo, se acumula en ese hueco, sirviendo de hábitat para que proliferen mosquitos y otros vectores, como roedores.

"Al no sanearse periódicamente ese vertimiento, que significa limpiar hoy y estar igual de inmenso y fétido el vertedero al día siguiente, porque no colocan los colectores colectivos que tanto contribuyen a que la basura no se esparza; cuando ponen el agua potable, esta se mezcla con las aguas albañales, lo que constituye un inminente peligro para la salud comunitaria. Ya no sabemos a dónde acudir por nuestro justo planteamiento y decidimos enviar este S.O.S", concluye Rosa María. En medio de la pandemia, con más razón hay que atender resueltamente los problemas de higiene en los barrios, para que no suceda lo que narra Rosa María Oliva Ramos, pues ahora es mayor ese peligro, letal.

 

 

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