Firmas impuestas (y dobles) por la libertad de Lula

Una campaña de recogida de firmas por la libertad de Luiz Inácio Lula Da Silva se realizó en Cuba este mes de octubre, impuesta por el gobierno y no como una acción genuina de la sociedad civil
Cubanos firman en apoyo a la libertad de Lula Da Silva. /Foto: ICRT
 

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Durante la segunda mitad de octubre, en Cuba se realizó una campaña de recogida de firmas, ideada por el Comité Cubano Lula Libre, en favor de la liberación del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Todos los centros laborales de la Isla estuvieron involucrados en la recogida de firmas para la excarcelación inmediata del ex mandatario, pero, ¿qué hay del sentimiento genuino detrás de toda esta propaganda?

No es menos cierto que la recogida de firmas en el mundo ha hecho que se ganen muchas batallas. Existen recogidas de firmas para pedir que un presidente dimita de sus funciones, firmas para pedir el rescate de una especie en peligro de extinción, para reclamar derechos, por medicamentos, por salvar áreas boscosas; pero cuando esta acción se convierte en algo impuesto, obligatorio, pierde mucho sentido.

A mí me dijeron que si no firmaba podía tener problemas en el trabajo— cuenta Ridel, trabajador de una empresa estatal en Matanzas— me sentí como que amenazado, e imagínate, con esta gente uno no se puede poner a la defensiva porque siempre vas a salir perdiendo”.

Pero tampoco nadie me preguntó si yo quería firmar esos papeles— añadió Ridel— simplemente llamaron un día, nos dijeron que teníamos que poner nuestros nombres y el carné de identidad ahí y ya”.

Martha Adela, residente en el municipio Colón, dice que ella ha firmado ya dos veces el papel por la liberación de Lula.

Mira, ya lo firmé en mi trabajo, y hace unos días fui a Matanzas por cuestiones de trabajo y caminando para regresar a mi casa, en la terminal, precisamente, me cogieron dos mujeres que dijeron ser de la CTC y aunque les dije que yo había firmado ya en mi centro laboral, me dijeron que eso no importaba, que así serían más firmas para liberar a Lula”.

 

 

Algo similar le sucedió a Yumirys Leiva, trabajadora por cuenta propia: “Estaba en busca de algunas cosas para mi paladar y me interceptaron para pedirme que firmara el papel por la libertad de Lula, lo firmé, pero dos cuadras más allá me hicieron firmar el mismo papel y no les importó que les dijera que ya unas colegas de ellos me habían hecho firmar más atrás. Simplemente me dijeron que lo firmara y que así podía seguir con mis mandados”.

Posiblemente en Cuba se hayan recogido hasta el momento alrededor de 12 millones  de firmas para el excarcelamiento Lula— dice en tono de burla Orelvis, otro residente de Colón— cifra alarmante, sobre todo para un país que solo cuenta con 11 millones de habitantes. A esto se le suma que los niños no firman el mencionado papel”.

No es que me dé igual que Lula esté en la cárcel, no es que no me importe, pero creo que aquí nos metemos en cosas que no nos incumben. Nos preocupamos por el terremoto en tal lado, por los médicos en no sé dónde, o por mandar gente a perder sus vidas como pasó con Angola, como mi padre, que nunca lo conocí. Con todo eso estamos despreocupándonos de nuestra casa que es Cuba y que no es secreto para nadie que tenemos un millón de problemas”, agregó.

Las rúbricas recogidas en Cuba serán entregadas a la delegación brasileña que participará en el Encuentro Antiimperialista de Solidaridad por la Democracia y contra el neoliberalismo, a celebrarse del 1 al 3 de noviembre próximo en La Habana.

El exmandatario, quien presidió por 8 años el Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, cumplió 74 años este 27 de octubre en prisión. Mientras, en Cuba, el proceso de recogida de firmas terminó el propio día 27.

Esas firmas sí son respetadas por el régimen, que crea campañas y moviliza personas y recursos para el éxito rotundo de la actividad; pero ¿qué pasó en Cuba con las firmas recogidas por el Movimiento Cristiano Liberación para su Proyecto Varela? Las firmas pueden salvar, pero también pueden acabar con la vida de personas inocentes, y no hablo precisamente de Lula.

 

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