Exmilitares cubanos al pueblo: “2022 será un año decisivo para las aspiraciones de libertad”

Los Militares Objetores de Conciencia celebraron los “triunfos inobjetables y paradigmáticos por parte del sufrido pueblo cubano” durante el 2021: “No escampa para la dictadura”
 

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Los Militares Objetores de Conciencia de Cuba (MOC) celebraron en un comunicado los “triunfos inobjetables y paradigmáticos por parte del sufrido pueblo cubano” durante el 2021 y afirman que el “2022 será un año decisivo para las aspiraciones de libertad”.

En el documento “Las victorias del pueblo”, al que tuvo acceso ADN Cuba, los exmilitares opositores declaran que “por primera vez, al régimen se le ha caído el mito de la invencibilidad. Ante los ojos del mundo, las continuas protestas de la población cubana han llevado un mensaje claro que ha logrado que muchos países comiencen a dudar de su pretendida naturaleza benigna y monolítica”.

Según el MOC, durante los últimos 12 meses “el pueblo conoció por primera vez su fuerza y el poder tuvo que enfrentarse a su debilidad. Nada será igual de ahora en adelante”.

Entre los precedentes de las protestas del 2021 mencionan la marcha independiente del movimiento LGTBIQ+ en mayo del 2019. “Esa gesta fue la precursora del llamado a la insumisión general que se produjo en noviembre del siguiente año [2020] con la huelga de hambre de los valientes artistas del Movimiento San Isidro (MSI). Su mensaje de rebeldía no cayó en oídos sordos”.

Un día después del operativo policial para desalojar la sede del MSI, “fuimos testigos de la masiva manifestación de cientos de artistas e intelectuales frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre. Desde entonces no escampa para la dictadura”.

Prosigue el comunicado explicando que a lo largo de 2021 se produjo una nueva protesta frente al Mincult en enero, luego la sentada cívica en la calle Obispo de La Habana Vieja (30 de abril), y los crecientes incidentes de descontento en toda la isla, documentados cada mes por el Observatorio Cubano de Conflictos.

“Ese proceso ascendente de rebeldía hizo eclosión en las manifestaciones masivas a lo largo y ancho de la isla, el 11 de julio. Ese día, a pesar de las incontables penurias por las cuales pasan los cubanos, el grito de LIBERTAD de todos los participantes, en su mayoría jóvenes, opacó otras consignas también reivindicativas. Tembló el régimen como lo demuestran el odio y el rencor con que reprimieron a estas multitudinarias protestas”.

Los exmilitares denuncian que “el mediocre presidente, designado a dedo para asumir ese cargo por Raúl Castro, dio la 'orden de combate': la policía entraba a las casas pistola en mano y en más de una ocasión disparó con munición de guerra contra los desarmados manifestantes, armó con palos y barras de acero a un grupo de cubanos exhortándolos a golpear a sus propios hermanos, se realizaron más de un millar de detenciones arbitrarias y fueron sancionados en juicios sumarios y enviados a las prisiones cubanas cientos de jóvenes, a sufrir nuevas palizas y subsistir como delincuentes comunes en las pésimas condiciones de insalubridad y mala alimentación que tienen todas y cada una de nuestras penitenciarias”.

Celebraron que “la dictadura cubana ha sido condenada por la opinión pública, numerosos gobiernos, la ONU, la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Parlamento Europeo y otras instituciones y celebridades políticas, artísticas e intelectuales”.

Según el MOC, “se aproxima el fin del estado mafioso que hoy reina en el país” y el 2022 será “decisivo para las aspiraciones de libertad de un pueblo que ha sido oprimido bárbaramente por más de 62 años”.

Los antiguos oficiales reiteraron su “llamado a los soldados, clases y oficiales de las FAR y al Minint a que no usen la fuerza de las armas, sean del tipo que sean, contra un pueblo indefenso (…) cuyas ansias de libertad y prosperidad –nos consta– son compartidas por muchos militares objetores de conciencia de dentro y fuera de la isla, en activo y en retiro”.

Señalan que los militares deben estar conscientes de que, si participan en “una masacre contra la población civil” ordenada por la “minoría mafiosa que hoy se beneficia del monopolio de Gaesa”, estarían sujetos a la justicia internacional como ejecutores de un “Crimen de Lesa Humanidad”.

“Nadie está obligado a obedecer una orden criminal contra la población. Hoy hacemos también  un llamado de atención a los jueces y fiscales del inexistente poder judicial por el uso incorrecto, desproporcionado  y cruel de las herramientas jurídicas, ¡Ninguno de estos jóvenes son culpables de los supuestos delitos que se le imputan! Vistan esas togas con dignidad: anulen sus causas”.

​El MOC está integrado por militares cubanos exiliados y otros dentro de la isla que se mantienen en el anonimato, entre ellos el general de Brigada y piloto Rafael del Pino Díaz, el teniente coronel Máximo Omar Ruiz Matoses (exintegrante de las FAR y el Minint y padre de los opositores Ariel y Omara Ruiz Urquiola), el teniente coronel Mario Riva Morales (FAR), el teniente coronel Alfredo Lima Pérez (FAR), teniente coronel Carlos Rivas, el primer teniente Ángel Madrazo Giro (Minint) y el suboficial Carlos Anaya Vázquez.

 

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