Turista española cuenta la triste realidad que hoy viven los cubanos

La influencer española y bloguera de viajes Silvia Castel contó lo visto en su regreso a Cuba, una “triste” realidad en la que todo ha cambiado “para peor”
Silvia Castel, turista española en Cuba. Foto: Instagram
 

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La influencer española y bloguera de viajes Silvia Castel contó este martes en redes sociales lo visto en su regreso a Cuba, una “triste” realidad en la que todo ha cambiado “para peor”.

“Llevo días queriendo compartir más allá de las cosas bonitas y los lugares tan bellos que estamos recorriendo por la isla… pero no es fácil”, comenzó la joven de 35 años, creadora del blog Cualquier Destino.

“No es fácil describir lo que no ve la cámara, lo que no se puede plasmar en una foto. No es fácil retransmitir las palabras de lo que comparten con nosotros, lo que nos cuentan [los cubanos], la verdadera vida aquí”, expresó en Instagram.

“Si viniste a Cuba antes de la pandemia, cuando estaba el CUC (peso convertible, moneda creada para el turista), ahora todo es diferente. Y como dicen ellos…para peor”, agregó sobre la reforma monetaria de 2021, que eliminó el CUC en favor del dólar.

“Una inflación que los altos precios de los productos y la vida ha hecho que el mayor tráfico ilegal sea el de los dólares y euros. Y lo más triste…es que esto es provocado por el propio gobierno”, dijo Castel, que estuvo en Cuba en 2016.

Denunció que en la isla se necesita de las divisas extranjeras “para comprar productos del día a día en el supermercado”, mediante tarjetas MLC (moneda libremente convertible), mientras que el dinero real “va a parar realmente” a los bancos del régimen.

“Dentro de Cuba solo quien tiene negocios para turistas tiene acceso a esas divisas (casas particulares, taxis y poco más) y también quien tiene amigos o familia afuera. El resto, a ingeniárselas como pueda”, lamentó la viajera. “Por eso muchos cambian el dinero en la calle a los turistas (algo que es ilegal y corriendo el riesgo de que los apresen)”.

Silvia Castel cuestionó: “¿Dónde se ha visto un país que para comprar en un supermercado necesites una moneda extranjera? A mí me explota la cabeza solo de pensarlo”.

Explicó que “para cambiar dinero se puede hacer en banco o Cadeca (casa de cambio), pero es un cambio [oficial] pésimo 1EUR=27CUP, los locales lo cambian a 1EUR=100CUP, pero hay que tener cuidado porque hay mucho billete falso por la calle”.

 

Canadienses viven “pesadilla” en Cuba tras enfermar

Turistas canadienses calificaron su viaje a Cuba en diciembre pasado como “una pesadilla”, luego de que enfermaran de la COVID-19 y fuesen trasladados a un hotel en ruinas para realizar la cuarentena, informó La Presse.

Laurianne Gagné, de 22 años, que se hospedaba en el hotel Memories Caribe Beach Resort, en Cayo Coco, resultó positiva al coronavirus un día antes de su salida del país.

Se retiró a su habitación para aislarse y al día siguiente una ambulancia la recogió para llevarla al hotel Playa Paraíso. Durante el trayecto, los sanitarios recogieron a otras dos turistas canadienses.

En el alojamiento no había jabón ni papel higiénico. “Lo hemos estado pidiendo durante dos días”, declaró Gagné a La Presse. Solo tenía una sábana para la cama, y las lagartijas deambulaban por la habitación.

Otra de las turistas, Audray-Ann Lapointe, de 19 años, dijo que “parecía un lugar abandonado. Había arañas por toda mi cama”. Las mujeres contagiadas recibieron comidas en horarios aleatorios y no tenían internet para comunicarse con sus familiares en Canadá.

Lapointe contó que un día les dieron para almorzar una hamburguesa con la “carne rosada” por la poca cocción. Además, apenas les daban una botella de agua al día. Guylaine Pellerin, de 21 años dijo que “había basura por todas partes” y comparó el hotel con una “pequeña cárcel”.

La cuarentena no fue gratuita. Las autoridades cubanas les cobraron a las canadienses 150 dólares diarios por persona. “Al final de mi aislamiento, me cobraron por una consulta médica que nunca tuve”, denunció Audray-Ann Lapointe. Laurianne, Guylaine y Audray-Ann regresaron a Quebec el 3 de enero de 2022.

 

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