En medio de la escasez general de abastecimientos que hay en Cuba, la dictadura sedienta de dólares dispuso de unos oasis para el consumo de productos, a los que tienen acceso solo quienes en la isla tengan divisa fuerte, o aquellos que desde el extranjero, compren online para sus familiares en el desdichado país.
La gran mayoría de los ciudadanos, por obra y gracia de un Estado parásito que los desprecia, sobreviven como pueden, mediante el trueque, la reventa y mil artimañas más. El principal usurero, especulador y ladrón, ha resultado ser el castrismo.
“Basta con hacer una pequeña búsqueda en Google [con las palabras] 'enviar comida a cuba' para darse cuenta que en Cuba sí hay comida, la cantidad de tiendas que hay disponibles y todas muy bien surtidas es abrumadora, todas para pagar en dólares con tarjetas de crédito”, denunció en Twitter el joven que se identifica como Rafa (@rafrsr).
Según su la investigación de este cubano, “en esas tiendas te puedes encontrar hasta los productos del agro a precios exorbitantes, parece que quien quiera que esté detrás de esas tiendas no tiene que regirse por las mismas leyes cubanas ni controlar los precios”.
Así, mientras el régimen demoniza a los productores campesinos y los vendedores privados por sobrepasar los topes de precios impuestos, la dictadura vende un kilogramo y medio de tomates en… ¡14.29 dólares!
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“También hay sitios específicos como micerveza.com donde puedes comprar las cervezas y maltas por cajas. Pues sí la misma cerveza cristal que nunca hay en ningún lado aquí siempre hay disponible”.
Rafa expresó que no le molesta que vendan online como en cualquier país normal, y tampoco que lo hagan en dólares para que el que tenga familiares, le pueda hacer la compra desde afuera.
“Lo que sí me MOLESTA, y mucho es que no tengamos las mismas posibilidades desde Cuba”, aseguró.
“Me molesta que entremos a las páginas de TuEnvio y siempre están vacías, hay gente que están todo el día con el móvil gastando datos para poder comprar un simple módulo que en ocasiones no tiene ni lo que realmente necesita”.
Por último, denuncio que le molesta “que vendan productos del agro a precios exorbitantes mientras aquí no hay ni productos por controlar los precios”.
