“El cubano tiene derecho a una moneda de valor real en el mercado internacional”

Continúa el debate sobre las remesas y las sanciones al régimen: “el cubano residente en Cuba debe aprender a vivir con el dinero que él mismo sea capaz de generar, y no seguir acostumbrado a estar pegado a la teta de nadie”
Dólares sobre monedas cubanas. Foto: Reuters
 

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Las sanciones que impuso el gobierno de Estados Unidos contra Fincimex, una empresa perteneciente al conglomerado militar GAESA y encargada de intermediar con Western Union en las remesas que llegan a Cuba, continúan siendo el tema de estos días en la isla y su diáspora.

El régimen ha llegado a decir, incluso, que estas medidas obligarían al cierre de más de 400 oficinas de Western Union desplegadas en el país, algo negado por la compañía de Estados Unidos.

En lo que se resuelve la trama de lo que parece ser una cortina de humo aupada por el castrismo para desviar la atención de la esencia de los problemas de Cuba, y de paso restar votos a Trump, muchos han puesto el dedo en la llaga: se piense lo que se piense de las sanciones norteamericanas sobre Fincimex, lo principal es que el régimen depende en gran medida del dinero que envía el mismo exilio al que desprecia y expulsó del país.

“Más allá de gobiernos, estrategias políticas y cercos, creo que el cubano residente en Cuba debe aprender a vivir con el dinero que él mismo sea capaz de generar, y no seguir acostumbrado a estar pegado a la teta de nadie”, opinó en su Facebook personal el locutor y actor Jorge Luis Sopo.

“Nosotros, los que estamos en Cuba, debemos aprender a exigir una economía propia, sostenible, donde no tengamos que depender de nadie más que de lo que nosotros mismos seamos capaces de producir, y cuando sintamos que producimos y somos estafados, hacer valer nuestros derechos a percibir el valor de lo que producimos, sin subsidios ni paternalismos”, añadió.

Sopo opina que “solo así podrá avanzar no solo un modelo económico, sino también político y social”, en la isla a la que la “revolución” prometió todo, pero que al paso de 60 años ha quedado convertida en una ruina.

“Cuando tu única manera de sobrevivir sea sostenerte de lo que produces, no vas a dejar que nadie te robe, ni con la justificación de la protección del Estado, te quite lo que por derecho te pertenece”, continúo el artista.

Cree que las remesas “han malacostumbrado al cubano, que no lucha por sus intereses porque siempre tendrá alguien de fuera que lo apoye”.

“Y basta ya de seguir aspirando a la cobertura de necesidades básicas: tenemos derecho a progresar, construir, generar ganancias no solo para el sustento diario, sino para invertir y contar con respaldo financiero”, exigió.

Apuntó directamente al gobierno, que coarta la iniciativa individual y hasta hace pocos años penalizó la tenencia de dólares: “El cubano tiene derecho a una moneda de valor real en el mercado internacional, y para eso hemos de sustituir la mentalidad controladora y de trabas, por una mentalidad que garantice y estimule a quienes producen generar volúmenes suficientes que superen la demanda”.

Las remesas o ayudas no son ni pueden ser la base económica de ninguna nación, y edificar la vida propia sobre el esfuerzo ajeno, no solo degrada las finanzas, sino, sobre todo, la dignidad y la Moral”, concluyó.

 

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