Diplomáticos canadienses fueron presionados para que callaran sobre el 'síndrome de La Habana'

Un informe obtenido por Global News muestra las presiones que recibieron los diplomáticos canadienses, de su propio gobierno, para que manejaran el asunto con "bajo perfil"
Embajada de Canadá en Cuba
 

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Diplomáticos canadienses fueron presionados por su propio gobierno para que callaran sobre los ataques acústicos, ese “fenómeno inexplicable” que provocó síntomas similares a una conmoción cerebral, informa Global News.

El medio tuvo acceso a un informe federal de 700 que muestra las presiones sobre los funcionarios, quienes, por razones inexplicables, desean mantener enterrados los primeros reportes de síntomas.

Quince de los diplomáticos canadienses y sus familiares que dicen haber sufrido los extraños síntomas en La Habana han alegado en una demanda de 28 millones de dólares en la Corte Federal que el Gobierno "manejó mal" la situación y les dijo que no hablaran con nadie al respecto.

Uno de los diplomáticos habló con Global News bajo condición de anonimato y solo con el seudónimo autorizado por el tribunal para los demandantes en el caso. Según Allen, como se describe al individuo en el caso judicial, él le dijo por primera vez al embajador canadiense en Cuba el 11 de abril de 2017 que un diplomático estadounidense le había advertido el día anterior de misteriosos síntomas que afectaban al personal de la embajada de EEUU en La Habana.

No se lo digas a ningún otro canadiense. No podemos decirle a ningún otro canadiense, no queremos iniciar la histeria masiva”, respondió el embajador a Allen.

Incluso meses después, cuando los medios estadounidenses informaron sobre los síntomas que afectaban a los diplomáticos estadounidenses y Washington exigía responsabilidades a La Habana, dijo que “todavía se le decía al personal diplomático canadiense que no hablara del asunto”.

Uno de los puntos del material informativo aconseja al personal decir a los diplomáticos salientes que algunos en la embajada en La Habana han informado de mareos, dolores de cabeza, zumbidos en los oídos y "no sentirse del todo bien"; otro acápite dice que los funcionarios canadienses no tienen idea de cuál podría ser la causa.

También descarta consecuencias médicas relacionadas con la exposición en las sedes e incluye puntos que enfatizan la necesidad de mantener la información en secreto.

Allen dijo que la lista de síntomas sobre los que se informó a los diplomáticos salientes no se acercaba a lo que estaba sucediendo y omitió detalles clave, incluido que sus propios hijos habían sufrido síntomas durante y después del incidente del 1 de junio de 2017 cuando escucharon un “chirrido metálico” en su casa.

Lo que causó los misteriosos síntomas experimentados por los diplomáticos canadienses y estadounidenses sigue siendo un misterio hasta el día de hoy, aunque varios informes recientes de medios estadounidenses que citan fuentes de inteligencia sugieren que la atención se centra cada vez más en Rusia.

Con respecto a estos incidentes el Gobierno de Cuba ha elogiado la postura del Gobierno de Canadá en las investigaciones y el manejo de las declaraciones en torno al tema.

 

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