El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, felicitó este 20 de abril a Raúl Castro por el “exitoso desempeño” del finalizado 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
“Estoy muy contento por su incansable dirección y firme garantía de asegurar la continuidad de la causa socialista cubana de una generación a la otra”, señaló Kim en un comunicado oficial.
“Estoy seguro de que el Partido Comunista de Cuba y el pueblo cubano defenderán cabalmente el precioso legado de los revolucionarios veteranos, unidos firmemente en torno a Miguel Díaz-Canel, y lograrán grandes éxitos en sus luchas por construir un Estado socialista próspero”, agregó.
En otro mensaje enviado a Díaz-Canel, quien ahora ocupa el cargo de primer secretario de PCC, el déspota oriental dijo que el nombramiento a tan alta responsabilidad es “la continuidad de la causa revolucionaria de una generación a otra”, iniciada y desarrollada bajo la dirección de los hermanos Castro.
La víspera concluyó el 8vo Congreso del PCC, marcado por la represión contra disidentes y la inclusión de nuevas figuras en sus órganos de dirección, todas, cercanas a Raúl Castro, lo que indicó a los expertos que el poder sigue en sus manos.
Entre ellos está el general López-Callejas, quien administra GAESA, para muchos el verdadero ministerio de Economía, pues controla puertos, aduanas, almacenes y hoteles, lo único que da dinero en ese país ruinoso.
Otra figura es Manuel Marrero Cruz, el arquitecto que ocupa el puesto de primer ministro de la República de Cuba, quien llega al poder desde las Fuerzas Armadas donde fue director de Gaviota S.A. el conglomerado del turismo controlado por los militares de GAESA.
También fue designado el General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), yerno de Castro. Poco antes del Congreso, Raúl destituyó al general Leopoldo Cintras para que López ocupara su cargo, a pesar de que Cintras tiene la reputación de ser el mejor oficial cubano.
El General de División, Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior, proviene también de las FAR y es considerado un hombre leal a Castro.
La reunión de los comunistas cubanos se celebró en La Habana —a puertas cerradas y sin acceso a prensa extranjera acreditada en el país—, a la par que agentes del régimen imponen arbitrariamente detenciones y arrestos domiciliarios a activistas, artistas y periodistas independientes.