Detenciones y maltrato: batalla del café en La Habana Vieja

Mientras tanto, el régimen hace malabares retóricos para encubrir la ruina de la industria cafetalera y echar la culpa de la escasez al pueblo y, claro está, al mismísimo demonio: el imperialismo yanqui
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Una batalla campal para obtener un triste paquete de café Cubita”. Así comentó a ADN Cuba Esteban Rodríguez, activista y comunicador, quien estuvo presente y fue testigo de los hechos.

Todo ocurrió en los alrededores del parque Cristo, en La Habana Vieja, donde se aglomeraron personas del lugar y probablemente gente llegada de otros barrios para comprar el codiciado grano, que ha desaparecido de los expendios capitalinos.

En el video se escucha decir a una de las mujeres que “desde ayer” estaba haciendo fila, pero tuvo que irse pues la tienda cerró.

Una multitud comienza a dar tumbos y empujones, mientras la policía intenta mantener el orden. Hubo varios arrestados; nuestro colaborador reportó maltratos de la policía hacia la población y pequeñas reyertas entre los que acudieron al lugar.

Casi todos los productos básicos escasean en Cuba, incluso algunos que, sin ser vitales para la vida cotidiana, son perseguidos por los cubanos, como el café, un ingrediente indispensable de los desayunos y comidas del isleño.


Mientras tanto, el régimen hace malabares retóricos para encubrir la ruina de la industria cafetalera y echar la culpa de la escasez al pueblo y, claro está, al sempiterno enemigo de la Revolución: el imperialismo yanqui.

Uno de sus medios, el sitio web Cubadebate, aseguró el 16 de octubre que no hay café en Cuba por culpa del coronavirus. El portal oficialista pidió explicaciones de la escasez al director de la Empresa Cuba-Café, Antonio Alemán Blanco, y este contestó: “soy del criterio que el aislamiento social ha conllevado a que las personas tomen más café y esto ha disparado la demanda”.

“Soy objetivo, y esa es la repuesta: llega el café a las tiendas, o algún punto de venta y se agota en minutos. No hemos tenido entonces la oportunidad de reaprovisionar el mercado para suplir una demanda que, en condiciones normales, sí podíamos”, añadió.

Cuba produce una cantidad ínfima del famoso grano, entre 8000 y 9000 toneladas al año, una cifra ridícula en comparación con las 61 000 toneladas de 1961, cuando se impuso el récord productivo vigente.

Con 9000 toneladas no se satisface la demanda interna, que ronda las 24 000 al año. De hecho, Cuba importa de Vietnam 8000 toneladas más anualmente para acercarse a ese número. Para tener una idea del desastre, ya en 1826 Cuba producía unas 12 000 toneladas de café. Hoy ni a 10 000 alcanzamos. 

Mientras tanto, el mejor granado molido se exporta, para llenar las arcas depauperadas del régimen castrista.

 

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