Según notificó Cubalex este 20 de abril, parte del equipo denunció ante el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas “los tratos crueles e inhumanos a los que son expuestas las personas en la Isla. En especial, resaltamos las violaciones a los prisioneros”.
Al respecto, Laritza Diversent, la directora ejecutiva de Cubalex, declaró que “a falta de un mecanismo efectivo que les permita presentar reclamos, muchos prisioneros utilizan sus cuerpos como medio de protesta. Situación que ha conllevado a que sean frecuentes las huelgas de hambre, los suicidios y agresiones autoinfligidas”.
Por su parte, Giselle Morfi denunció que, en Cuba, “el reconocimiento de los derechos humanos depende de la postura política que asuma el ciudadano. Para el Estado cubano, el derecho a no ser torturado no es absoluto ni universal cuando se trata de personas criticas al sistema”.
Por su parte, el periodista José Raúl Gallego denunció que en Cuba se ejecutan a “varias formas de tortura física, fundamentalmente usando esposas y golpes”.
Recientemente, la organización sin fines de lucro pidió apoyo a sus seguidores en las redes sociales para denunciar e identificar a un represor que responde al alias Abel y que “acosa a los familiares de los presos políticos que viven en Arroyo Naranjo”.
En la publicación, la organización difunde una foto del oficial del departamento de la Seguridad del Estado e informa que, según un reporte recibido, el agente se encuentra en los Estados Unidos.
En julio de 2021 la identidad de otro oficial de la seguridad cubana fue descubierta. “Jonathan”, quien se encarga de reprimir a periodistas independientes en La Habana, fue identificado como Carlos Ulloa y expuesto en redes sociales. La ONG Cubalex y el investigador cubano José Raúl Gallego se encargaron de denunciarlo.
"Son la misma persona: el represor que se encarga de hostigar, acosar y amenazar, incluso implicando a la familia, a los periodistas Yoe Suárez, Camila Acosta y Waldo Fernández", comentó Gallego en Facebook, al compartir dos imágenes del funcionario castrista.
Precisamente, el pasado 24 de julio, Ulloa detuvo al reportero Waldo Fernández en su propia vivienda, por haber participado en las manifestaciones pacíficas del 11 de julio.
Mientras ocurría el arresto arbitrario, la pareja de Fernández grabó al represor, que intentó quitarle el teléfono y le advirtió que "Hay Revolución para rato".
La detención se produjo sin orden judicial y sin más explicación que haber estado 'en el 11 de julio', según puede escucharse decir al agente en la grabación.
